Entrevista | Francisco Lorenzo Director del Centro Nacional de Difusión Musical

"Oviedo es una de las grandes capitales de la música, de eso no hay duda"

"En Asturias la ópera sigue en un teatro centenario; otras ciudades han construido nuevos auditorios que luego se han dotado de contenidos"

El director del Centro Nacional de Difusión Musical, Francisco Lorenzo. | Elvira Megías

El director del Centro Nacional de Difusión Musical, Francisco Lorenzo. | Elvira Megías / Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

El director del Centro Nacional de Difusión Musical, Francisco Lorenzo, prefiere que se le llame Paco y esa cercanía en el trato la traslada a su gestión. Antes de que se incorporara al Centro Nacional de Difusión Musical y asumiera finalmente su dirección, Paco Lorenzo había pasado, ocupando diversos cargos de responsabilidad, por el Palau de la Música de Valencia; la Orquesta Sinfónica de Castilla y León y la división musical de la Fundación Siglo para las Artes en Castilla y León. Hace diez años que el Centro, que depende del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), y el Ayuntamiento de Oviedo coproducen el ciclo musical "Primavera Barroca", una buena excusa para hacer balance y charlar de música.

–Han conseguido sacar adelante una programación estable de música barroca y mantenerla.

–Coproducimos el ciclo ovetense con el Ayuntamiento de Oviedo; el Centro depende del INAEM y éste del Ministerio de Cultura. Uno de los aspectos que nosotros, desde Madrid, consideramos más importante es el de la descentralización. Yo tengo mi despacho en el Auditorio Nacional y el Centro Nacional de Difusión Musical está presente en 25 ciudades de España y dos del extranjero. Oviedo es una sede principal: en los últimos años se ha convertido en una de las capitales más importantes en la vida musical de este país.

–¿Por qué barroco?

–Estuvimos viendo qué ciclo podía sumar a su programación e iniciamos éste. Fue una idea consensuada, entre nosotros y el Ayuntamiento. Resultó y de hecho, con éste, ya llevamos diez años con la "Primavera barroca" y hace tres años iniciamos otro ciclo, el de jazz, en el teatro Filarmónica.

–¿Hay ciclos similares en otros lugares de España?

–Sí, esa siempre fue la idea del Centro, desde su nacimiento, por eso lleva el nombre de "Nacional". La mayor parte de nuestros conciertos los realizamos fuera de Madrid. Siempre hay que buscar a la parte coproductora y ponerse de acuerdo con ella. Estaba claro que en Oviedo había que estar. Cosme Marina (director artístico de la Fundación Musical "Ciudad de Oviedo") y antes de él Luis Gracia Iberni (crítico y asesor musical del Ayuntamiento ovetense durante la década de los 90) son grandes gestores, gente con la que es fácil trabajar. Hay ideas comunes, interés por la recuperación histórica y por descubrir nuevos repertorios y artistas.

–¿Qué tiene Oviedo, siendo una modesta capital de provincias, para tener tanta actividad musical?

–Eso es el producto de una labor de muchos años y muy bien hecha. En Oviedo coinciden la temporada de ópera con la programación de las orquestas, de la OSPA (la Sinfónica del Principado) y Oviedo Filarmonía (la sinfónica local), también la temporada de conciertos que ideó Iberni. Es una de las mejores temporadas de música clásica de España, no tiene parangón. Oviedo es una de las grandes capitales de la música, de eso no hay duda. Se ha gestado muy bien y ha contado con grandes profesionales, y con el respaldo del público, desde luego. A la ópera de Oviedo acude gente de Cantabria, de León, Galicia, de Madrid incluso.

–¿Alguna novedad en la "Primavera barroca" de Oviedo?

–Desde el Centro Nacional de Difusión Musical sostenemos la labor de recuperación histórica, con estos ciclos de música barroca y antigua, y también la música contemporánea, con ayudas a la creación. En Salamanca, en León, en Sevilla, y en otros lugares hay ciclos de música barroca. El nuestro es un posicionamiento a nivel nacional, con el que buscamos rescatar las obras que están en los archivos. Este año, en Oviedo reestrenaremos nueve obras, de Juan Francés de Iribarren, que han sido rescatadas del archivo de la Catedral de Málaga, y que datan del siglo XVIII; serán interpretadas por "Concerto 1700", el conjunto que dirige Daniel Pinteño, y la soprano María Espada. Tendremos en el programa a uno de los coros más importantes de Asturias, y de España, "El León de oro", que dirige Marco Antonio García de Paz y que interpretará otras cuatro recuperaciones históricas en homenaje al compositor Sebastián de Vivanco.

Las instituciones públicas han potenciado la música sinfónica y eso ha ido en detrimento de otras agrupaciones

–Lo que ustedes hacen es arqueología musical.

–Exacto. La investigación musical tiene mucha gente detrás y cada vez se valora más. La recuperación histórica y la presentación de esas obras recuperadas al público es una de las prioridades del Centro, y es una idea que está calando: cada vez salen más a la luz. El archivo de la Catedral de Málaga, por ejemplo, estaba cerrado, ahora se ha abierto y se han encontrado doscientas cantatas que no se habían tocado nada de nada.

–¿Y el archivo de la Catedral de Oviedo?

–Los hermanos Zapico, en su nuevo disco, también han recuperado obras de su archivo.

–¿El público está redescubriendo la música de esas épocas?

–Hay un cambio exponencial en la percepción de la música antigua y barroca. Hasta ahora, lo que se escuchaba era la música del romanticismo, el clasicismo... Actualmente, con las nuevas corrientes historicistas, las nuevas formas de tocar y el redescubrimiento de nuevo repertorio, el público está aprendiendo a disfrutar de una música muy desconocida, pero más cercana. Es un público rejuvenecido, más joven que el que va al concierto sinfónico de música clásica de siempre.

–Así que estas iniciativas sirven para abrir una puerta de entrada a la música clásica y para captar público.

–El público de un Beethoven o de Rachmaninov se va haciendo desde pequeño. Te tocan Albinoni o una música barroca maravillosa, que no conocías, que te conquista, y recibir esas sensaciones es una aventura fascinante. Así se busca público.

–¿La música de cámara está en alza?

–La barroca sí, pero la clásica… En España se ha perdido la tradición de tríos, quintetos, cuartetos… Antes estaban las sociedades filarmónicas en las capitales de provincia, que eran maravillosas, pero ese circuito se ha perdido. Con el devenir de los años y con las instituciones públicas tomando el relevo, se ha acabado por potenciar más la música sinfónica, con la creación de orquestas sinfónicas, y por ende, el presupuesto público se ha ido a apoyar esas orquestas. Eso ha ido en detrimento de otras agrupaciones interesantes.

–Oviedo sigue teniendo su Sociedad Filarmónica.

–Sí, y eso tiene que ver con la pregunta que me hacía antes: es una de las razones, si no la fundamental, del clima musical de Oviedo.

–Le voy a preguntar por la financiación de la temporada de ópera de Oviedo.

–De eso no puedo hablar mucho… Las temporadas de ópera son el espectáculo musical, artístico y teatral más caro que existe y requiere de una gran una financiación. Madrid y Barcelona, Valencia, tienen teatros de ópera espectaculares, la Maestranza construyó el teatro de la Maestranza; sin embargo, Oviedo sigue haciendo la temporada en un teatro centenario; otras ciudades han construido nuevos auditorios que luego se han dotado de contenidos.

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