Donan al Pueblu d’Asturies el diploma de Uría del Riego como benefactor rural

El reconocimiento de la Sociedad Económica de Amigos del País se imprimió en 1856

A la izquierda, el diploma donado al Muséu del Pueblu d’Asturies. A la derecha, busto de Uría del Riego.

A la izquierda, el diploma donado al Muséu del Pueblu d’Asturies. A la derecha, busto de Uría del Riego.

A. Rubiera

A. Rubiera

El Muséu del Pueblu d’Asturies ha recibido la donación de un diploma de socio de mérito de la Sociedad Económica de Amigos del País de Asturias, que le fue concedido en 1856 a José Francisco Uría del Riego (Cangas del Narcea, 1819-Alicante, 1862). Se trata de un elemento de interés para definir aún mejor la biografía de un liberal hijo de la Ilustración, diputado en Cortes y director general de Obras Públicas entre 1858 y 1862 –periodo en el que Asturias se vio muy beneficiada por sus gestiones en la apertura y mejora de carreteras, líneas de ferrocarril y puertos–, y una de las "personalidades asturianas más populares, como atestiguan las calles que llevan su nombre en las principales poblaciones". Además, el diploma supone uno de los primeros trabajos de litografía que se realizaron en la región "y por tanto es un importante y valioso testimonio de la historia de las artes gráficas en Asturias".

La donante es Blanca Fernández Uría, descendiente indirecta de José Francisco Uría –propietaria del palacio de Uría en Santolaya, Cangas del Narcea–, quien además ha donado al museo otros documentos relacionados con el mismo personaje. La ilustración lleva la firma de Vicente Urrabieta como dibujante y de Jacobo Abruñedo como inventor y grabador de la composición.

El diploma fue realizado hacia 1850 en una de las primeras litografías que se estableció en Asturias: la Imprenta y Litografía de Martínez Hermanos, de Oviedo. La cabecera es un dibujo que muestra en el centro la enseña de la Sociedad Económica Asturiana y junto a ella varios motivos que aluden a las materias en las que trataba esta institución: la agricultura, la apicultura, la industria, las bellas artes, la arquitectura, la navegación, etc., así como la torre de la catedral de Oviedo.

Lo que resalta este diploma es la faceta de Uría del Riego como persona muy interesada en la agricultura y la vinicultura. En concreto, "su ilustración y distinguido celo en introducir y aclimatar en el país plantas y semillas de la mayor utilidad e importancia para la economía rural, promoviendo tan beneficioso ramo de agricultura", dice literalmente el diploma. Y lo recuerdan desde el Muséu. "Llevó a cabo ensayos en sus propiedades del pueblo de Santolaya (Cangas del Narcea) con diferentes semillas de plantas forrajeras, con el objeto de encontrar la más apta a las condiciones del país para después difundirla entre los campesinos y que así tuvieran alimento abundante para su ganado vacuno. Es uno de los pocos propietarios asturianos que en el siglo XIX hizo esta clase de inversiones y experiencias agrícolas, caras y arriesgadas y que no se las podían permitir los campesinos que carecían de recursos para ello. Su temprano fallecimiento, a los 42 años, le impidió desarrollar todas esas buenas ideas".

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