Visita con guía por el arte de la encuadernación de las joyas del Seminario

Hay una historia de la humanidad que se cuenta en base a lomos, tejuelos, nervios, tapas, cantos... Es la historia de los libros a través del arte de la encuadernación y, por eso mismo, es la historia del hombre convertida en detalles.

Unos detalles que la experta Covadonga Miravalles, conservadora y restauradora, está en disposición de contarle a todo el que se acerque la próxima semana (del 24 al 28 de abril), en horario de 17.00 a 19.00 horas, por la Biblioteca del Seminario Metropolitano.

La exposición "Ars Ligatoria" –el arte de encuadernar–, por la que su comisaria Covadonga Miravalles conduce con sabiduría, es el regalo que la institución diocesana aporta a los asturianos en la celebración del Día del Libro. Con ese argumento, las responsables de una gran biblioteca donde el tiempo parece detenido, han preparado un recorrido histórico por la encuadernación de libros apoyándose en 43 joyas de su fondo antiguo.

La maravillosa historia que se esconde en la encuadernación de los libros del fondo antiguo del Seminario de Oviedo

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De ese donde hay 10.000 libros dignos de estudio y muy necesitados de seguir trabajando en su conservación. "Primero se inicia la visita con un acercamiento al oficio de este arte, para que el visitante se familiarice con los materiales y con las partes de un libro", y luego se van mostrando ejemplos y parándose en los detalles de unas encuadernaciones que van desde el siglo XVI al XIX, explica Miravalles. La visita se ha organizado en orden cronológico por fechas de imprenta y será así como se vea cómo fue evolucionando el oficio. Miravalles está dispuesta a que el visitante admire "tanto las encuadernaciones artísticas como las de uso común, que también son dignas de estudio y no suelen destacarse. Pero hay que recordar que solo el 1% de los libros que se producían eran artísticos, los demás eran de uso común", cuenta.

"El libro es un producto comercial y a partir de la invención de la imprenta la producción del libro impreso fue creciendo exponencialmente, llegando a poner a prueba la capacidad de los encuadernadores para sacar trabajo adelante", relata una experta que tiene claro que se puede estudiar un libro "como si fuera un objeto arqueológico porque plasma en su materialidad los avatares del tiempo que le ha tocado vivir. Es un objeto que nos traslada información de su tiempo".

Otro detalle: "hasta el siglo XIX la mayoría de los libros se vendían sin encuadernar y era el cliente quien, según sus gustos y posibilidades económicas, decía cómo lo quería encuadernado. Es una escala económica que da información", refiere Covadonga Miravalles. En la exposición de la Biblioteca del Seminario se podrá ver la singularidad de un libro con pergamino de piel de cerdo, "lo que no era nada habitual en España"; se podrán ver libros de la época renacentista con características góticas, cosidos con nervios dobles; se podrá ver cómo evolucionan en tamaño según pasa el tiempo y cómo hasta el cambio de distribución en las bibliotecas –no siempre se guardaron los libros mostrando el lomo– llevó aparejados nuevos lucimientos.

Un mundo "interesante y complejo", dicen las responsables de la Biblioteca, sobre el que no siempre son tan asequibles las clases magistrales como las que dará Miravalles la próxima semana.

Sergio Martínez, rector del Seminario Metropolitano, recalcó la apuesta que viene haciendo su institución por darse a conocer a la ciudadanía asturiana, y apeló a la necesidad de seguir trabajando en la conservación del Fondo Antiguo de libros de la biblioteca. "Y cualquier ayuda o mecenazgo será siempre bienvenida", dijo.

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