La multinacional suiza líder del sector de las fragancias busca la explotación agraria de la "Rosa Narcea"

La empresa Aromas del Narcea, vinculada a los investigadores del CSIC que impulsaron la recuperación de esta rosa única del occidente asturiano, ha firmado un acuerdo de exclusividad con la multinacional para hacer ensayos durante un año

A. Rubiera

A. Rubiera

La multinacional suiza del perfume, Givaudan, líder mundial en el sector de las fragancias y los sabores, le ha echado el ojo a la Rosa Narcea. La firma está muy interesada en esta variedad de rosa antigua vinculada geográficamente al occidente asturiano que investigadores del CSIC recuperaron hace solo unos años a partir de un único ejemplar que quedaba en la aldea de Carballo, en el valle del río Cibeo, en Candas del Narcea.

Ese interés de la multinacional por la explotación agraria y el posterior procesado de los pétalos de la rosa asturiana supone el mayor respaldo que, en estas alturas iniciales, podría obtener la Rosa Narcea en su camino para convertirse en una posibilidad real de desarrollo económico para la zona. "Estamos muy contentos. Hasta ahora no podíamos contar nada por cuestiones de confidencialidad, pero llevábamos un tiempo trabajando con ellos”, explica la canguesa Carmen Martínez, investigadora del CSIC, directora del equipo que está detrás de la recuperación de la Rosa Narcea y cofundadora de la empresa Aromas del Narcea,

surgida del proyecto y que tiene la licencia de explotación exclusiva, a nivel mundial, de este cultivo. Aromas del Narcea ya tiene una plantación de más de 200 rosales en Cangas del Narcea que están ahora en plena producción.

La Rosa Narcea, cuya investigación y cultivo se inició hace solo unos años, es un híbrido antiguo natural de la Rosa centifolia, empleada como ingrediente en perfumería, y Rosa gallica, prácticamente desaparecida, que era muy apreciada por sus múltiples propiedades cosméticas, medicinales y gastronómicas. Y tiene unas cualidades y aceites esenciales que, según se ha visto en los estudios realizados hasta ahora, la hacen única para el mundo de la perfumería y para otros sectores.

Conocedores de las posibilidades, la multinacional suiza ha firmado un acuerdo de investigación en exclusividad con la empresa Aromas del Narcea para llevar a cabo ensayos que confirmen, o no, las posibilidades de explotación agraria de Rosa Narcea en el entorno de la aldea canguesa de Carballo y su posterior procesado para obtención de distintos productos.

Con ese objetivo, Aromas del Narcea y Givaudan están llevando a cabo durante este mes de mayo, momento de la recolección de pétalos, nuevos ensayos sobre el comportamiento de la rosa en distintas ubicaciones, dentro del valle del río Cibea. También se van a analizar las características de los distintos tipos de extractos obtenidos de Rosa Narcea, mediante diferentes técnicas.

“Givaudan -más de 6.000 euros de facturación anual- es un grupo empresarial muy grande, con representación en muchísimos países y con expertos mundiales en el tema de las fragancias. Es muy importante estar trabajando con ellos y la colaboración entre equipos está siendo muy buena”, sostiene Carmen Martínez que reconoce que “hay otros grupos empresariales del campo de la perfumería con enorme interés por la Rosa Narcea. Por eso hemos firmado la exclusividad de un año con Givaudan”.

Las características de la rosa, cómo se comporta en distintas condiciones climáticas,

al detalle de

esencial, el lugar donde se produce, el proyecto social de usarla como un nuevo recurso agrario en la zona… “todo eso es lo que interesa a la multinacional suiza aunque no se pueda concretar mucho más porque hay acuerdos de confidencialidad”, asegura Carmen Martínez. Que remarca que en ningún caso el avance del proyecto se desligaría de Cangas del Narcea: “Es una condición inamovible de este proyecto que su producción sea en exclusiva en esta zona de Asturias”, dice.

Aromas del Narcea S.L. tiene en mente multiplicar los 200 rosales que ahora tienen en producción en Carballo en algunas parcelas experimentales, y que en los próximos años, en colaboración con agricultores y propietarios locales, se amplíen las plantaciones de esta rosa en el valle del río Cibea.

“Nuestra intención no es comprar más fincas para plantar rosales. Ya tenemos una lista enorme de gente interesada en llevar a cabo esa plantación y esa ha sido siempre la idea: involucrar a la gente de aquí, trabajar con los propietarios y agricultores de la zona, de tal forma que nosotros le suministramos la planta, ellos la cultivan y nosotros le compraríamos la producción de pétalos, que sale muy rentable según los cálculos que hemos hecho

es un producto muy exclusivo para un sector de la industria del lujo”.

El CSIC ha desarrollado una patente gracias a la cual “tenemos capacidad para multiplicar la planta de forma exponencial y somos capaces de tener en un año 30.000 o 40.000 plantas a disposición. Solo queremos que estén plantados

que sea posible, y el punto neurálgico es Carballo”, concluye Carmen Martínez.