Galardón científico

El Nobel de Medicina 2023 premia a los padres de las primeras vacunas contra el covid-19

Katalin Karikó y Drew Weisseman fueron galardonados con el "Princesa de Asturias" de Investigación en 2021, por el desarrollo de la tecnología ARN-m que se aplicó contra el coronavirus

Los investigadores Katalin Karikó y Drew Weisseman.

Los investigadores Katalin Karikó y Drew Weisseman. / EP

Valentina Raffio/ Elena Fernández-Pello

Hacía tiempo que la comunidad científica reclamaba un Nobel para los 'padres' de las primeras vacunas contra el covid-19. Y este lunes, tras más de dos años de espera, la Real Academia sueca de las Ciencias ha decidido finalmente otorgar este prestigioso reconocimiento a los investigadores Katalin Karikó (1955, Hungría) y Drew Weisseman (1959, Estados Unidos) por el desarrollo de la tecnología que permitió desarrollar en tiempo record una primera generación de inmunizaciones contra el coronavirus que hace ya tres años generó una crisis sanitaria sin precedentes. "Los galardonados han ayudado a hacer frente a una de las mayores amenazas a la salud humana en los tiempos modernos", afirman, entusiasmados, desde el comité del Nobel durante el anuncio de este reconocimiento. 

La trayectoria de Katalin Karikó y Drew Weissman ya había sido reconocida, junto a Philip Felgner, Uğur Şahin, Özlem Türeci, Derrick Rossi y Sarah Gilbert, con el premio "Princesa de Asturias" de Investigación Científica y Técnica el 23 de junio de 2021.

El jurado del "Princesa de Asturias" acordó entonces concederles el galardón, tal y como señala el acta, porque "los premiados son protagonistas de uno de los acontecimientos más destacados de la historia de la ciencia. Sus trabajos constituyen un excelente ejemplo de la importancia de la ciencia básica para la protección de la salud a escala global. Con sus largas trayectorias en investigación básica, han conducido a innovadoras aplicaciones como la obtención, en un tiempo extraordinariamente corto, de vacunas efectivas para luchar contra la pandemia de la COVID-19. Tanto el desarrollo de la tecnología novedosa del ARN mensajero, como la producción de vacunas basadas en adenovirus abren un camino de esperanza para su uso frente a otras enfermedades".

Los trabajos de Karikó y Weissman han sido definidos como uno de los "mayores avances en biología molecular de las últimas décadas". Sus investigaciones, que durante décadas fueron menospreciadas y acabaron desarrollándose prácticamente en la sombra, permitieron crear la tecnología detrás de las inyecciones contra el covid-19 de Moderna y Pfizer. Ambas fórmulas utilizan ARN mensajero para despertar una respuesta inmune contra el coronavirus causante de la pandemia. En un futuro, los expertos creen que en un futuro este tipo de herramienta podría utilizarse para crear terapias de precisión contra enfermedades hasta ahora incurables e incluso como tratamiento para algunos tipos de cáncer.

Historia de superación

La entrega de este Nobel ha sido aún más aplaudida de lo normal. Sobre todo de cara al reconocimiento otorgado a la bioquímica húngara Katalin Karikó, convertida ahora en la treceava mujer en ser galardonada con el Nobel de Medicina. Según ha explicado esta científica en repetidas ocasiones, allá por los noventa estuvo a punto de abandonar sus investigaciones debido a la falta de fondos y al rechazo institucional con el que otros expertos miraban hacia sus trabajos. De hecho, Karikó fue rechazada en innumerables convocatorias de subvenciones, acabó siendo degradada de su puesto en la universidad y, en una ocasión, incluso estuvo a punto de vender su coche para llegar a final de mes.

Weissman, por su parte, también sufrió durante años el rechazo de la comunidad científica. No fue hasta el año 2005 que, tras la publicación de un exitoso artículo científico en el que se recogían sus avances técnicos, Karikó y Weissman acabaron fundando una empresa y, posteriormente, trasladaron su patente a los laboratorios de Pfizer y Moderna. Fue allí donde estos científicos siguieron desarrollando sus trabajos sobre ARN mensajero y estudiando posibles aplicaciones como es el caso, entre otros, de las inyecciones contra el covid-19. "Estas vacunas han salvado millones de vidas y han evitado enfermedades graves en muchas más, permitiendo a las sociedades abrirse y volver a sus condiciones normales", destaca el comité de expertos que este año, por fin, les ha entregado el Nobel. 

Los trabajos de Karikó y Weissman también han sido premiados con galardones tan prestigiosos como, por ejemplo, el Premio Princesa de Asturias 2021, el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento y el Breakthrough Prize in Life Sciences 2022. En todos estos casos, los respectivos jurados destacaron la importancia del trabajo técnico de estos científicos y, sobre todo, la importancia de haber trasladado estos avances 'del laboratorio a la calle' para así salvar incontables vidas. 

Galardones científicos

Este prestigioso galardón, anunciado este mismo lunes, es el primero que se entrega en esta edición de los Nobel. Mañana martes se anunciarán el ganador o ganadores de la categoría de física y el miércoles los de química.

En la pasada edición, los Nobel dejaron historias extraordinarias. El galardón de medicina, por ejemplo, premió la trayectoria de Svante Pääbo y sus descubrimientos sobre evolución humana y homínidos extintos. En química se reconoció el trabajo de Carolyn R. Bertozzi, Morten Meldal y K. Barry Sharpless por el desarrollo de la química bioortogonal y sus trabajos para construir moléculas de manera más eficiente. Y en la categoría de física se premió a Alain Aspect, John F. Clauser y Anton Zilinger por sus investigaciones pioneras en física cuántica.

Todos estos galardones fueron ampliamente aplaudidos por la comunidad científica aunque, eso sí, fueron muchos los reproches por la falta de mujeres entre los premiados (pues solo había una científica entre los siete distinguidos en esta edición).