El edificio me gustó muchísimo a pesar de la complejidad, un contenedor funcional que se introduce en la ciudad superponiéndose en la historia urbana a través de la fachada, me pareció muy interesante. Lo que más me gusta es la reflexión que hace sobre el contexto y la proyección hacia la calle refuerza el espacio público. La escalera me pareció increíble.

Una cosa que me apetece mucho ver es ese futuro collage que se puede generar entre los distintos edificios del museo. En cuanto a la colección, quiero creer que la obra asturiana contemporánea es más amplia de lo que vemos y que será algo en movimiento. Desde ese planteamiento, me parece interesante. Los artistas representados están bien, pero hay demasiada obra ahora mismo en el museo, respiraría mejor con menos. Esa segunda fase ahora se ve más necesaria que nunca.