Lillo es el único futbolista que figura en la enfermería del Sporting. El alicantino se encuentra en la última fase de la recuperación del esguince que sufrió en el tobillo izquierdo durante uno de los entrenamientos previos a la visita a Osasuna. El rojiblanco confía en poder estar a disposición para el partido del próximo domingo, en el que el conjunto gijonés visitará al Eibar. Un choque importante para Lillo por su trascendencia de cara a la pelea por la permanencia, y significativo también por regresar a la que fuera su casa durante las últimas tres campañas.

El Sporting buscará en Eibar un nuevo impulso para recortar diferencias con la zona de salvación. A la espera de lo que suceda en Butarque, los rojiblancos cuentan en sus filas con un buen conocedor de las virtudes del cuadro armero. Lillo participó en el ascenso del conjunto vasco a Primera División, y en las dos permanencias consecutivas que le siguieron. No es un rival que se le haya dado bien a los gijoneses, especialmente esta misma campaña. El Sporting cayó en la primera vuelta ante el cuadro vasco, que también le superó durante la eliminatoria de Copa del Rey en la que quedaron emparejados.