"Hasta ahora hemos sido fiables en casa". Paco Herrera es plenamente consciente de la importancia que tiene mantenerse firme en El Molinón para acercarse al objetivo del ascenso. Otro peligro es el exceso de confianza ante un rival que llega a Gijón sumido en un profundo bache de resultados. "Cuando un equipo ha perdido una serie de resultados, es mucho más peligroso porque siempre hay un momento en que da la vuelta", advierte el técnico catalán a sus jugadores al tiempo que remarca que el Almería "es un muy buen equipo, aunque es cierto que tiene ausencias importantes".

Al entrenador rojiblanco le impresiona la tremenda igualdad que hay en la zona alta de la clasificación, con ocho equipos en dos puntos. "Es el año de mayor igualdad en la categoría. Se ha formado un grupo de ocho equipos de los que cualquiera puede estar arriba al final de temporada", valora.

Un asunto recurrente fue la suplencia de Stefan Scepovic en sus dos alineaciones anteriores. "Me planteo la vuelta de Stefan, quería ver a Castro y que Viguera fuera entrando, tengo una plantilla de veintidós jugadores y nunca abandono a ninguno", explica. El entrenador anticipa que "Stefan tiene todas las posibilidades de jugar". No obstante, lanza un aviso al serbio al asegurar que "si llevara ocho goles, sería más difícil. La gente de arriba se garantiza el puesto con goles".

Paco Herrera, que anunció que "estas semanas voy a ir viendo jugadores de la base", defiende que en su dibujo táctico "prácticamente jugamos con dos futbolistas arriba, seguramente condicionado por la falta de extremos puros". El técnico pide que se confíe en su experiencia y asevera que "todo lo que hago tiene sentido para mí y para el equipo".

Ante la censura a algunas de sus decisiones, como por ejemplo la entrada de Xandao en Vallecas como tercer central para cerrar el partido, el técnico saca pecho. "Acerté plenamente, fuimos mucho mejores", arranca un Paco Herrera que bromea con que "me pongo una medalla porque luego pusimos un hombre más arriba, lanzamos a los laterales y apretamos mucho mejor". El técnico concluye que "fue la solución perfecta". Herrera acompaña sus explicaciones con el argumento de que "poner un hombre en la zona de tras, no quiere decir que se esté defendiendo más".