Las lágrimas de Jony: la contracrónica de un acto en El Molinón con pequeños detalles y enorme significado

No es habitual ver a futbolistas profesionales emocionarse públicamente. En la mayoría de los casos la situación suele darse tras el desenlace cruel de un partido o de un campeonato. Reacciones más movidas normalmente por la rabia, que por otra cosa. Lo visto en el homenaje a Cundi fue más de puro sentimiento, puro amor al Sporting. Jony intentó contener con mucho esfuerzo las lágrimas que amenazaban con correr por sus mejillas al escuchar el aplauso al de Sotrondio, al ver el orgullo de Claudia y Vania. Lo hizo lejos de los focos, en un discreto rincón de la carpa habilitada por el club. Pequeños detalles con un enorme significado.

El sentimiento sportinguista es un valor intangible, difícil de definir, pero que cualquier seguidor del equipo indentifica y entiende. Un reto añadido, el de empaparse y saber gestionarlo, para Orlegi. Ingrediente a tener muy en cuenta en el iniciado "proceso". Dar continuidad a la iniciativa de la anterior propiedad de bautizar cada puerta de El Molinón, ha sido un acierto, como también el añadirle fuerza a este tipo de eventos. Se vio con Prendes, nuevo decano de los futbolistas, y continuará la semana que viene con la recuperada ceremonia dedicada a los socios de honor, también en El Molinón. El sentimiento de pertenencia es, entre otras cosas, esto. Sumarse al "Paseo de la fama" que la Asociación Anselmo López lleva años sin poder sacar adelante es una nueva oportunidad para "unir voluntades" de cara al próximo Molinón. Pequeños detalles con un enorme significado. Respetar historia e identidad. Porque además de fútbol, el Sporting es sentimiento y pasión como la que pudo verse ayer en Jony.

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