Así fue la Odisea del Sporting por México

Odisea para comenzar la gira. El inicio del "stage" del Sporting en México, con la presencia de LA NUEVA ESPAÑA, resultará difícil de olvidar tras una jornada inaugural agotadora, y con algún que otro imprevisto burocrático que obligó a algún retoque en las previsiones iniciales del viaje. Djuka tuvo que quedarse en Madrid al no poder viajar por un problema con el visado. Hoy se le espera en Torreón. Bamba tampoco pudo volar junto al resto de sus compañeros, quedándose "atrapado" en Ciudad de México. La embajada e inmigración de México dieron su visto bueno al viaje del francés, pero a la llegada a Ciudad de México un funcionario no había remitido uno de los documentos exigidos. Tuvo que quedarse en la capital azteca acompañado de Mario Cotelo.

Como anécdota, también pararon material de fisioterapia en Distrito Federal, obligando a que fuera en el siguiente vuelo. Gerardo García, Guerra, Salomón, por reuniones en la capital azteca, y los utilleros Jorge Luis y Pablo Caso fueron en otro vuelo a Torreón.

Prácticamente pasó de todo desde que los 51 miembros de la delegación rojiblanca (entre jugadores 28, técnicos y demás "staff") iniciaron el martes el camino a los orígenes del Grupo Orlegi. Así fueron las más de veinticuatro horas frenéticas, en la llegada del club rojiblanco al país azteca. Para empezar, porque el itinerario obligaba de por sí a una paliza: la expedición salió de Mareo el martes a las 16 horas tras ejercitarse por la mañana, y no llegó hasta el hotel Real Inn, de Torreón, hasta las 18 horas del miércoles. Más de un día de camino por carretera y avión. Y, de por medio, un vuelo de casi once horas, una escala larga en Ciudad de México, de otras tres, y otro viaje en avión hasta Torreón de más de una hora, que además comenzó con treinta minutos de retraso por saturación en el aeropuerto de la capital azteca, para desesperación de todos.

Alejandro Irarragorri lideró el primero de los actos previstos para estos días

El termómetro superó en Torreón durante todo el día los treinta grados, bordeando los 35, con una sensación de agobio creciente. Y la jornada no tuvo tregua tampoco allí, en suelo mexicano. Porque cuando en España caía la noche, en México todo coge velocidad de crucero, y más en una semana tan importante para el Grupo Orlegi, que ha desplazado al Territorio Santos Modelo a sus tres clubes, y al grueso de sus equipos directivos. Es evidente que la gira es un asunto muy importante para el grupo que preside Alejandro Irarragorri, que ayer lideró el primero de los varios actos previstos para estos días.

La delegación del Sporting comenzó a vivir en tiempos de España para acabar, con "dos noches" de por medio, casi sin dormir, llegando con la lengua fuera al macroevento organizado por Orlegi Sports por el 40 aniversario de Santos Laguna. Jugadores, técnicos, directivos… todos estaban reventados a última hora de la tarde (hora mexicana). El jet lag hizo estragos. Porque el equipo rojiblanco alcanzó la terminal 1 del Aeropuerto de Barajas a las 21 horas del martes tras llegar a Madrid por carretera. El vuelo a Ciudad de México despegó a las 00:30. Luego, once horas de vueltos y escalas. Y, con el cambio de hora tras pasar la noche entera volando, casi sin dormir, aterrizó en la capital de México a las 4:00 de la mañana. En España ya era de día. Y, luego, el acto. El viaje, eso sí, demostró que el grupo está cohesionado. Uno de los aspectos positivos de la falta de fichajes. Miguel Ángel Ramírez se vio en el aeropuerto de Madrid con Rodrigo Errasti, asesor de su confianza tras el carrusel de emociones vividas en las últimas horas con la oferta del Barcelona de Guayaquil. David Guerra se incorporaría después a la delegación al pasar por Madrid, donde tiene la residencia familiar. Joaquín Alonso y Odín Vite parecían los más adaptados a la paliza que se venía encima. Uno, por su pasado como seleccionador de fútbol playa, que le llevó a viajar a América en innumerables ocasiones; el otro, por su procedencia.

Y todo con solo una cara nueva en la plantilla, el guardameta Rubén Yáñez, a quien se ve integrado. Cali Izquierdoz está ejerciendo de capitán, siendo uno de los más pendientes para facilitar la adaptación del portero. No hubo durante la travesía grandes escisiones en la plantilla; aunque los jugadores del Sporting se alinearon, lógicamente, en los descansos por complicidades. Fran Villalba y Nacho Méndez son inseparables. Jeraldino y Víctor Campuzano pasan también muchas horas pegados. Como Gaspar, Pablo García y Guille Rosas, amigos de siempre. O los jóvenes que vienen del filial Diego Sánchez, Lozano y Enol Coto. O la colonia de los francófonos, que son inseparables: Florentin Bloch, Yann Kembo, Axel Bamba, Leonel Miguel… Y en el vuelo, momento para las risas, según las filas.

"No me puedo creer que estemos los tres juntos", vacilaba Zarfino al verse sentado con dos de sus "hermanos" (Pol Valentín y Otero) en el vuelo nocturno entre Madrid y México. Al uruguayo, le tocó el asiento del pasillo. Pol Valentín, ventana. Y Otero, en el medio. Los tres, pese a las coñas iniciales, que auguraban una noche larga, cayeron rendidos. En la madrugada, de hecho, se sirvió cena. "Carne o lechuga", preguntaban las azafatas. Casi nadie se enteró de nada. Muchos ya estaban agotados.

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