La Mareona se anima para una nueva temporada: "Siempre nos ilusionamos"

Más de medio millar de aficionados del Sporting viven el estreno con alegría pese a la derrota: "Si el partido es en otro momento habría venido más gente"

Andrés Menéndez

Andrés Menéndez

"Es viernes, día laborable, pero de verano, son fiestas en Gijón, y en Valladolid hace mucho calor. Y, claro, todo eso se nota", razona Fran Álvarez, uno del más de medio millar de aficionados rojiblancos que inauguraron la temporada con La Mareona para justificar por qué el número de desplazados no era mayor. Algo que incluso sorprendió a los hosteleros de la ciudad: "Sí que se nota que juega en Valladolid el Sporting, pero hemos hecho peor "caja" que otros años. Y con diferencia", apuntaba el dueño de un local céntrico. Pucela recibió a la afición con un sofoco tremendo.

Temperaturas que rozaban los cuarenta grados apretaron durante toda la jornada del 11 de agosto. Pero las circunstancias "no elegidas", no impidieron que una de las aficiones más leales del fútbol no estuviese en la cita. La Mareona estuvo, se dejó la garganta y demostró que ha recargado pilas: "Siempre nos ilusionamos". Los seguidores rojiblancos fueron llegaron a lo largo del día. La mayoría lo hizo después de comer. Eso provocó que el centro de la ciudad no mostrase en ningún momento las aglomeraciones de otras temporadas. Sí había algunos grupos de aficionados con la camiseta rojiblanca.

"Pero menos de lo esperado", comentaban. La Peña Sentimiento Rojiblanco, que paró antes en León, fue una de las más madrugadoras en llegar a tierras pucelanas. "Xuacu" Rodríguez, su presidente y uno de los rostros más conocidos del sportinguismo, volvió a movilizar a un importante número de afiliados del colectivo de aficionados rojiblanco para estar, como siempre, donde está su equipo, el Sporting. No importó que alguno de los desplazados trabajasen mañana, porque no podían faltar en el debut ligero del "primer proyecto de cero de Orlegi en el Sporting".

"Viajamos con ilusión", admitía el mismo "Xuacu". En cualquier caso la expectación fue en aumento a mediad que se acercaba la hora del partido. De hecho, el entorno del José Zorrilla ya era un auténtico hervidero de fútbol una hora y media antes del encuentro. Ahí sí, este "mini derbi" que es desde hace tantos años un Valladolid- Sporting se acercó realmente al ambiente de otros años.

"Teníamos ganas de volver a Valladolid, pero las circunstancias han provocado que el número de aficionados sea menor al esperado. Es una pena, porque si el partido se celebra en otro momento de la temporada hubiera venido más gente y todos salen ganando: la ciudad de Valladolid, la hostelería, el turismo, la afición del Sporting, y el espectáculo. Pero son cosas que a veces no se entienden. Creo que La Liga debe cuidar estos detalles. Es algo que ya se revisa en los derbis, donde siempre se fija el partido en el día de Asturias", lamentaba Alejandro González. En el campo la afición se dejó notar desde pronto. Los gritos de "Sporting, Sporting" se escuchaban desde muy pronto. La Mareona no se sintió en minoría, sino que jaleó durante los noventa minutos para alentar a los de MAR, a pesar del primer revés de la Liga.

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