Seis personas de una misma familia, procedentes de Gijón, han fallecido esta madrugada en un incendio de una casa rural en Tordómar (Burgos). Los fallecidos son María José Medio Bozmediano de 59 años, dos de sus hijas, María Medio Fernández de 36 años y Almudena Medio Fernández de 35, y tres menores, dos hermanos S. F. M. y C. F. M. y su prima M. F. M., de entre 4 a 6 años. La familia se había reunido en Burgos para celebrar el cumpleaños de la abuela ya que una parte la familia vivía en Gijón y otra en Madrid.

El incendio se originó por una chispa de la chimenea que saltó al sofá. Como consecuencia se supone que ardieron algunos muebles de madera y plásticos que estaban cerca, de donde salió humo tóxico.

Los datos de la autopsia practicada a las seis víctimas del siniestro han concluido que todos ellos fallecieron por asfixia por inhalación de gas, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

El incendio se produjo hacia las 2:30 de esta madrugada. Una persona logró escapar para dar la voz de alarma y otras cinco resultaron heridas. Los afectados ingresaron en el Hospital Universitario de Burgos, aunque todos están fuera de peligro.

El doctor Carlos Dueñas, jefe del servicio de Guardia del Hospital Universitario de Burgos, ha informado de que el hombre que dio la voz de alarma también ha sido ingresado en vigilancia psicológica.

El jefe del servicio ha precisado que una mujer y un niño, han recibido ya el alta, otra niña se encuentra a punto de recibirla, porque presenta una intoxicación leve y el hombre en vigilancia psicológica es previsible que también reciba el alta en unas horas.

Los dos que permanecerán ingresados, de los que no ha facilitado datos personales, son dos adultos que, además de la intoxicación por monóxido de carbono presentan quemaduras, el más grave de ellos de segundo grado, por lo que pasarán al servicio de cirugía plástica.

También ha requerido atención, por un ataque de nervios, la propietaria de la casa rural donde se ha producido el siniestro.

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El siniestro pudo haber tenido consecuencias aún más graves de no haberse despertado una de las personas que se encontraban en la casa. Una vecina de Tordómar, que vive justo frente a la casa rural, fue la primera en oír los gritos, se asomó a la ventana y vio a un hombre que salía por la ventana algo antes de las dos y media de la madrugada.

Marisol, visiblemente emocionada, recuerda que oyó gritos desde la cama pero no sabía que pasaba, por lo que decidió asomarse a la ventana.

El hombre que logró salir de la casa le pidió ayuda y ella le dijo que se acercara al bar, donde había una cuadrilla de jóvenes, entre ellos su hijo.

Relata como los jóvenes, acompañados por su marido y, después, por la Guardia Civil, lograron romper las puertas y entrar en la casa rural para sacar a sus ocupantes.

Afirma que para el pueblo es "un drama que no olvidarán", porque "después han venido los políticos y los periodistas, pero ya se han llevado los cuerpos y no hay nada que hacer".

El presidente de la Diputación de Burgos, César Rico, ha hecho un reconocimiento expreso también a la colaboración ciudadana ya que fueron cinco vecinos de Tordómar los que accedieron a la casa en un primer momento y ayudaron a sacar a los heridos en lo que ha considerado "un ejemplo de colaboración ciudadana".

Esos vecinos que ayudaron en los primeros momentos de la tragedia fueron atendidos también por el equipo sanitario en el lugar de los hechos.