Julián Perancho Sánchez, el avilesino de 85 años que está ingresado en Salamanca tras ser acribillado por más de 700 abejas mientras daba un paseo cerca de la localidad de Serradilla del Arroyo, se recupera poco a poco de la pesadilla vivida, aunque aún no puede abrir los ojos debido a la fuerte hinchazón causada por el ataque masivo. El hombre está eliminando el veneno a través de la orina y se le mantiene sedado. Perancho es natural de la localidad de Serradilla, de la que se marchó de joven para trabajar en la industria avilesina. Hace dos años, regresó al pueblo junto a su mujer y dos hijas, aunque sigue vinculado a Avilés, donde el año pasado se operó de una hernia inguinal. Se da la circunstancia de que el octogenario perdió a su mujer hace diez días.

El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Salamanca está investigando las circunstancias en las que se produjo el ataque de las abejas. Cuando sea posible, los agentes se entrevistarán con Julián Perancho. Serradilla del Arroyo, que está situada en el parque natural de Las Batuecas, muy cerca del límite con la provincia de Cáceres, cuenta con unas cinco mil colmenas, según señalaron los vecinos. En su mayor parte pertenecen a extremeños. Ahora los agentes investigan si estas explotaciones de miel cumplen con los requisitos legales.

Según expertos apicultores, esta época del año es muy peligrosa, ya que los colmeneros colocan los denominados "cazapolen", cajas con unos agujeros por los que tiene que pasar la abeja para entrar a la colmena. Al pasar por el agujero, la abeja pierde el polen recolectado para su comida, lo que les genera mucho estrés y las hace más peligrosas.