H. Z., la mujer que fue apuñalada en el cuello por su expareja la pasada semana en el pub Amor que ella misma regenta en Lugones, ya se recupera en casa, después de recibir el alta hospitalaria el pasado lunes. "Aún estoy asimilando lo sucedido. Necesito unos días para hacerme a la idea", cuenta la marroquí, de 42 años.

Mientras su letrada, a la que notificaron recientemente que se encargaría de la causa, está preparando la acusación. En principio, aunque "aún no he podido estudiarlo en profundidad, creo que no sería homicidio", señala, refiriéndose a la calificación de homicidio en grado de tentativa determinado por la jueza en el primer auto. Calificación que aún puede cambiar.

A la espera de acudir a testificar, la agredida explica que salvó la vida "milagrosamente". "Me pilló totalmente por sorpresa", reconoce esta mujer. De momento, H. Z., notablemente conmocionada, prefiere no decir más al respecto de los hechos.

El acusado, M. N. R., de 45 años, permanece en prisión de manera provisionalpor la que no puede acercarse a menos de 500 metros de la víctima, a su hogar o su negocio.