Los dos grandes supervivientes al kamikaze de la autovía del Cantábrico "volvieron a nacer". Así lo aseguran sus allegados después de conocer la gravedad de sus heridas y ver, además, el estado en el que quedó su vehículo después de impactar con el del conductor valdesano que sembró el caos en la autovía del Cantábrico (A8), entre Valdés y Serín (Gijón). También colisionó otro turismo contra el kamikaze, en el que viajaban además dos menores, pero sus ocupantes resultaron heridos de menor consideración y ya recibieron el alta.

Se da la circunstancia además de que los dos heridos de gravedad son muy conocidos, sobre todo en la comarca avilesina. Se trata del empresario José Luis Vigil, propietario de la marca de ropa deportiva Joluvi, y su mujer, la gijonesa Charo Piñera Meana. Vigil sufre una fractura de tobillo -de tibia y peroné- , otra en el brazo y una fisura de esternón. Permanece en el Hospital San Agustín de Avilés. Su esposa, trasladada al Huca, sufre fractura de costillas y está siendo valorada todavía en el centro hospitalario ovetense. "¡Han vuelto a nacer!", celebran sus allegados.

El Lexus del empresario, que tuvo que ser excarcelado por los bomberos, quedó hecho un amasijo de hierros. Fuentes de la investigación aseguran que la robustez del turismo y sus medidas de seguridad fueron claves para evitar un mal mayor.

El suceso tuvo un final trágico, especialmente para el propio kamikaze, que falleció tras sufrir sendos choques con dos vehículos a la altura de la parroquia gijonesa de Serín. Su carrera del terror duró, al menos, 17 minutos y se extendió durante más de cincuenta kilómetros. Muchos conductores tuvieron que esquivarle y la Guardia Civil desplegó un dispositivo para interceptarle, algo que no lograron hacer antes de que sufriera el accidente mortal y que dejó otros cinco heridos, todos ellos, por fortuna, fuera de riesgo de muerte.

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Un kamikaze fallece y deja cinco heridos tras sembrar el pánico en la autopista "Y"

La Guardia Civil investiga el motivo por el cual se lanzó a una carrera en sentido contrario el kamikaze que sembró anoche el pánico en la autovía del Cantábrico (A8), un valdesano de 52 años de edad que responde a las iniciales J. M. F. F. Aún se desconocen las causas que le llevaron a protagonizar un suceso que generó gran alarma en la carretera.

El cuerpo del fallecido está en el Instituto Anatómico Forense. Además, se analizará su sangre en el Instituto de Toxicología, dependiente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, para saber si había consumido alcohol o algún estupefaciente. Por ahora la gran incógnita que rodea a la investigación es la motivación que llevó al valdesano a emprender una alocada carrera, a cerca de 200 kilómetros por hora, según testigos, en sentido contrario.