En solo tres días se cumple un mes desde que Tamara Falcó e Íñigo Onieva anunciaron su compromiso y, apenas 48 horas después - el 23 - un mes de su ruptura fulminante tras la filtración de un vídeo del empresario besando a otra mujer durante el festival 'Burning Man'.

Una deslealtad que la marquesa de Griñón no perdona a su exnovio, del que por el momento no quiere saber absolutamente nada - incluso ha eliminado las imágenes que compartía con él en redes sociales - aunque no son pocos los que apuestan por una futura reconciliación, ya que tanto ella como él continúan enamoradísimos.

De hecho, a pesar de que es consciente de que por el momento Tamara está cerrada en banda a darle una nueva oportunidad a su amor, Íñigo no tira la toalla y como publica ¡Hola! este miércoles tiene claro que va a hacer todo lo que esté en su mano para conseguir su perdón y ganase de nuevo su confianza.

Por ello, y a pesar de que se ha especulado mucho con que podría haber devuelto el impresionante anillo de compromiso que la hija de Isabel Preysler le devolvió tras su ruptura, el ingeniero todavía no está preparado para renunciar a una posible reconciliación y ha encargado a los dueños de la joyería donde lo compró que lo transformen para que se haga más fuerte y más grande, un símbolo de lo que espera que suceda con su relación.

Al margen de este gesto que refleja lo enamorado que está de Tamara, Íñigo intenta recuperar la normalidad en su día a día y tras su reciente escapada a Turquía con su madre ya ha retomado sus compromisos profesionales. A las puertas de su oficina en la capital le hemos visto manteniendo una larga conversación telefónica antes de charlar tranquilamente con dos de sus compañeras, con las que se mostró de lo más expresivo mientras les explicaba algo.