Gijón, Kike G. BLANCO

El malagueño Francisco Ligero, conocido profesionalmente como Francis, lleva más de un año instalado en Gijón intentando abrirle un hueco al flamenco en Asturias. Reconoce que «cuesta un poco integrarse con éste género aquí», pero el guitarrista, cantaor y, desde hace cuatro meses, director de la compañía «Francis Ligero y las Cuatro Esquinas» presenta nuevo espectáculo esta noche (a las 22.00 horas) en la gijonesa sala Acapulco.

«De la taberna al Real», nombre del show, intenta recorrer los palos más míticos del género. A lo largo de las dos horas de espectáculo se interpretarán «martinetes» y «solás» que tienen más de un siglo de historia. Aunque admite que también «se introducirán rumbas y otros palos más rítmicos, para que la gente lo digiera mejor». Sobre el escenario, Francis estará arropado por su compañía: Diego Olivares al cello y la flauta; Emilio Cerreduela en el bajo; Samuel Akinola a la percusión y Virginia Herrero como bailaora.

El cantaor reconoce que «aunque aquí no hay tradición flamenca, sí que he visto un público verdaderamente interesado». Por eso se plantea también, a largo plazo, abrir el primer «tablao» flamenco de la ciudad junto a su mujer, Lorena Alonso, uno de los motivos por los que Ligero decidió probar suerte en Asturias. «Ella y, también, el "tío Pepín" (el guitarrista Pepe Salazar), que es como un padre artístico para mí, le tengo mucho cariño». Una persona muy especial para el malagueño que esta noche le acompañará como estrella invitada junto al resto de su compañía sobre las tablas de la sala Acapulco.