Gijón, Lara A. CHARRO

Con su aspecto de chico malo, sus rizos negros y su inseparable guitarra, Rubén Pozo, una mitad del conocido dúo «Pereza», saltó ayer sobre el escenario de la plaza Mayor de Gijón para hacer disfrutar de otra noche de música grande a los cientos de seguidores que acudieron al encuentro con el cantante de pop-rock madrileño. Con «Nombre de canción» y asegurando estar «encantado de estar en Gijón» abría el que sería el último concierto de la plaza Mayor en estas fiestas y con el que hizo saltar a todo el público.

Rubén Pozo comenzó su trayectoria musical en 1992, año en el que formó, en condición de guitarrista y compositor, «Los Rose», integrado por cinco jóvenes que tenían especial predilección por el rock añejo. En 1999 colaboró con José Miguel Conejo Torres, más conocido como «Leiva», para integrar «Pereza», un grupo musical con el que despuntaría en toda España y con el que publicaría cinco discos. En solitario sus andanzas con otros compañeros han sido también muy variadas, destacando el «affaire» con Joaquín Sabina, para quien escribió la canción «Embustera» .

Su primer trabajo en solitario vio la luz la pasada primavera, tras una separación amistosa de su compañero de aventuras musicales Leiva, que también ha sacado disco propio. «Lo que más» recoge doce temas inéditos que el artista presentó anoche en Gijón junto a su banda. Con «Como cualquiera» cerró el concierto, seguido a coro por una plaza Mayor completamente entregada. Antes habían sonado temas como «Nada más», «Invierno» o «Pegatina», que fueron seguidos a coro por sus fans e incluso el artista dedicó alguna canción «a las chavalitas de la plaza».