El bonito es uno de los pescados veraniegos por antonomasia. Y en Luanco (Gozón) lo saben muy bien. De hecho, desde hace treinta y un años los hosteleros de este concejo han desarrollado mil y un maneras para preparar este túnido y así lo demuestran en el Festival del bonito, que comenzó el pasado lunes y que se extenderá hasta el próximo domingo. Quince restaurante del concejo ubicado "al norte del norte", según reza una campaña turística gozoniega, participan en este certamen que atrae a decenas de personas no solo de Asturias sino de otros puntos de la geografía española.

Las cocinas de los negocios huelen a bonito. Sus cazuelas hierven con pequeños y grandes pedazos de un túnido que para muchos comensales es "el auténtico manjar", como expresó ayer el madrileño Juan Martínez, mientras degustaba una ventresca en uno de los locales participantes en las jornadas. Las cocineras miman cada uno de los platos que más tarde degustarán los comensales. Cati García, una de las maestras boniteras de Luanco, prepara una de las formas más clásicas para apreciar el sabor del túnido: el tradicional rollo de bonito. "Lo primero es picar bien la cebolla y el pimiento, echar jamón con tocino, huevo cocido y el bonito desmigado", explica la cocinera mientras confecciona este plato. "Luego se forma una pasta, se reboza con harina y a continuación le echamos la salsa hecha a base de pimiento rojo y verde, cebolla, perejil y vino blanco", relata García, que trabaja en un local ubicado frente a la playa de La Ribera de Luanco.

En la calle Ortega y Gasset preparan el bonito en escabeche. Con aceite, vino blanco y vinagre, laurel y alguna que otra especie, la cocinera Marián Quirós, comienza a elaborar su plato. Mezcla esos ingredientes y los pone a hervir. Seguidamente, añade cebolla cortada en juliana y zanahoria y deja que la cazuela comience a borbotar de nuevo antes de echar el bonito. "En función del tamaño de las piezas del bonito, ha de estar cociendo entre 30 y 45 minutos", describe Quirós, que también prepara tacos al ajillo, escalopines, bonito a la sidra, cachopo, marmitaco, asado, a la plancha y muchas maneras más.

Meli Menéndez es otra cocinera de un local cercano al muelle viejo de Luanco. Ha decidido fusionar tradición con modernidad y prepara una hamburguesa de bonito bien picado con cebolla y pimiento casi triturados. A continuación, sofríe los ingredientes con un poco de ajo y sal. Envuelve la pasta y pone su obra a la plancha. Posteriormente, introduce la hamburguesa de bonito en pan de curry o de albahaca. "La verdad es que el bonito está muy bueno de cualquier manera", afirma el ovetense-luanquín José Manuel Suárez.

Flor Ovies elabora lomos de bonito envueltos en tocino ibérico. En su local ubicado en el entorno del consistorio luanquín, vierte aceite en una cazuela donde fríe cebolla cortada en juliana. Previamente, preparó los lomos envueltos en tocino ibérico aderezados con la cebolla pochada. Un poco de vino blanco, sal y el caldo de bonito sirven para confeccionar la salsa previo paso por el horno durante unos diez minutos. Cuando el tocino comienza a dorarse, el plato ya está listo para ser servido en la mesa. "Eso sí, no pueden faltar las patatas al estilo panadera", cuenta Flor Ovies.

Y con estos y otros platos, los fogones de buena parte de Gozón preparan este manjar veraniego.. Decenas de personas se acercan al concejo para degustar un pescado camaleónico, que se elabora de mil y una formas. Y todas espléndidas.