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Barrow, sangre en otro fin del mundo

La capital de North Slope está varada entre ballenas, esquimales y vampiros

Barrow, sangre en otro fin del mundo

En Barrow hay esquimales, ballenas y vampiros. Y también 4.393 ciudadanos pasando frío (están a 515 kilómetros por encima del Círculo Polar Ártico, hace una rasca...). Barrow es la capital del fin del mundo? empezando por el Norte. Hagan un ejercicio de traslación mental: América. Alaska. La costa norte. Pues ahí, justo ahí, está Barrow, una ciudad que es la capital de North Slope, que es un concejo un pelín más pequeño que la suma de las dos Castillas y Andalucía, la mitad de España. La localidad -hermanada con Ushuaia, la ciudad más sureña del mundo- se hizo famosa como sede de una estación meteorológica, como base de un radar en medio de la II Guerra Mundial y también porque en los años ochenta quedaron varadas tres ballenas en esa orgía de hielo y petróleo que es este fin del mundo del Norte. El biólogo Bill Streever descolocó a los visitantes. No, Barrow no es una ciudad nacida de la nada. Desde el siglo VI está donde está, en el fin del mundo. Congelada por el tiempo, entre ballenas, esquimales y vampiros. Lo supo ver Steve Niles cuando ideó la serie "30 días de oscuridad": entre hielo y ballenas surgen los vampiros dispuestos a disfrutar como enanos de su mes de total oscuridad. Hicieron una película. Lástima de vampiros: el sol se pone en Barrow el 19 de noviembre y amanece el 22 de enero. O sea, un mes más para beber sangre.

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