Resultó que, de pronto, habían pasado ocho años. La familia Fernández-Vega recuperó ayer la fiesta estival en su finca de Campuloto, en Ceceda (Nava), con una nómina de doscientos invitados bien nutrida de personalidades de la política y la empresa y un atardecer igual de radiante que el de la última vez, en agosto de 2009. La velada, que en otro tiempo fue romería y fiesta de disfraces, que la estirpe de oftalmólogos ya organizaba en su hacienda naveta en los años sesenta y que cruzó la frontera del siglo XXI llenándose de celebridades influyentes, había dejado de celebrarse. Se abrió un paréntesis, explica Luis Fernández-Vega Sanz, porque al verano siguiente falleció su padre, que de alguna manera era también el padre de esta celebración, y poco después su madre. Además porque a continuación se presentó la crisis "y de alguna manera no me parecía oportuno organizar una fiesta". Se diría que ni el país ni la familia tenían cuerpo de festejo. Pero ahora que se empieza a ver la salida, enlaza el anfitrión, rebrota Campuloto en su versión habitual de reunión de notables. Con el día como hecho de encargo y la lista de invitados tan reluciente y concurrida como acostumbraba a tener cuando era cita fija de todos los agostos.

Por la verja de hierro negro de la finca, con las iniciales F y V en el forjado, al final de la calle de Ceceda que lleva el nombre de Luis Fernández-Vega Diego, fueron pasando a última hora de la tarde de ayer nombres notables de la política y la empresa, de la medicina y la universidad, del arte y los negocios, dispuestos a reverdecer el veterano festejo que año a año tuvo su sitio propio en el calendario del verano asturiano. Zoilo Cueto Cabranes, vecino de Ceceda, sintió movimiento en el pueblo y se acercó, y llegó a la puerta a tiempo de piropear a Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad de Madrid y exministra, habitual del veraneo en Pravia y ayer invitada al festejo junto a su esposo, Fernando Ramírez de Haro. Encabezaba ella una lista de políticos con mayoría popular e "infiltrados" socialista, como el consejero de Sanidad, Francisco del Busto, el expresidente del Principado Juan Luis Rodríguez-Vigil o los también exministros José Luis Corcuera y Luis Atienza. En número, no obstante, aquí tal vez no habrían podido contra la derecha. Además de Aguirre llegaron, entre otros muchos, la presidenta del PP de Asturias, Mercedes Fernández, y el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, acompañado por el actual secretario general de Pesca, el gijonés Alberto López-Asenjo, y después el exsenador Isidro Fernández-Rozada, los exsecretarios de Estado Enrique Fernández-Miranda y Pedro Argüelles...

De la empresa y la banca, el presidente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seoane; el de la empresa Atlantic Cooper, Javier Targhetta, el empresario de la comunicación Blas Herrero, el director general del Sabadell Herrero, Pablo Junceda, o el presidente de la patronal asturiana, Pedro Luis Fernández. También el pintor Hugo Fontela, el arquitecto Emilio Llano, el presidente del consejo rector de la Universidad Nebrija, Manuel Villa Cellino, el presidente y la directora de la Fundación Princesa de Asturias, Matías Rodríguez Inciarte y Teresa Sanjurjo, el presidente del Real Oviedo, Jorge Menéndez Vallina , y un extenso etcétera de nombres pegados a cargos insignes.