Sólo una canción es capaz de regresar al presente a Mónica Díaz, la abuela de Oskar Proy, aquejada de demencia senil. No es un regreso constatable, es sólo, tal vez, un brillo fugaz en la mirada o una sonrisa inesperada en esta asturiana lo que hace creer a su nieto que la música logra lo que no pueden las medicinas, cuando él le canta "Asturias, patria querida". Edgard Proy, su padre, le aconsejó que aprendiese el himno de Asturias para cantárselo a la abuela con el fin de recuperarla, en ocasiones, aunque fuera por un breve instante; una abuela que sin duda también estará en el corazón del joven Proy el próximo 4 de agosto cuando cante "su canción" ante cientos de personas y en su tierra. En la imagen los abuelos Mónica Díaz y Silvio Proyd con sus nietos detrás. Por la izquierda Jacinda, Gemma, Ruby, Oskar, Lucas, Zachary, Gedeon y Finnigan.