En el siglo IX, en la iglesia de Santullano, en Oviedo, los sacerdotes oficiaban la misa de espaldas a los fieles, a la luz de las velas, con escasa luz natural y en latín. "A través del culto, conseguían crear en un ambiente de misterio y miedo". La guía Clara García trataba de transmitir así a los visitantes que ayer se acercaron al Centro de Interpretación del Prerrománico, en el Naranco, cómo podía ser la sensación de asistir a un culto en esta iglesia hoy declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Los turistas que atendían sus explicaciones no sólo viajaron con la imaginación, gracias a las palabras de la guía, a los tiempos de la Monarquía Asturiana. También pudieron experimentar cómo sería entrar realmente en Santullano al poco de haberse completado sus pinturas. Fue gracias a las nuevas tecnologías. Durante este verano el Centro de Interpretación del Prerrománico del Naranco acoge la exposición "Santullano, viaje al siglo IX", organizada por LA NUEVA ESPAÑA. En ella, como plato fuerte, se muestra una reconstrucción en realidad virtual del aspecto original de esos murales, considerados el mayor conjunto de pintura altomedieval que se conserva en Europa. Con ponerse las gafas de realidad virtual, el visitante se sumerge en el interior de este templo ovetense como si estuviera recién decorado. Pero la exposición, que permanecerá abierta hasta el próximo 21 de octubre, no sólo se disfruta con la vista. También con el resto de los sentidos. A través de distintos dispositivos e instalaciones, los visitantes pueden escuchar los sonidos ambientales de aquella época, sentir el tacto de las telas o de las joyas de la Monarquía Asturiana, así como los aromas de hace 1.200 años. Todos los miércoles de agosto, a las 17 horas, se organiza una visita guiada a la exposición del centro de interpretación, situado al pie de Santa María del Naranco. Durante la visita de ayer, Clara García mostró a los visitantes recreaciones de cómo sería el aspecto original de algunas de las iglesias prerrománicas. "En la actualidad se encuentran fuera de contexto debido a las variaciones que tanto los templos como su entorno han sufrido a lo largo de los años", explicó. Pero se puede volver atrás. Los siglos han pasado y se han llevado con ellos parte de los colores que iluminaban el interior de estas iglesias, "pero gracias a las gafas de realidad virtual los visitantes pueden ver el estado del interior del templo y su decoración pictórica tal y como quedaron tras su construcción", indicó. "Se trata de una reconstrucción que guarda gran fidelidad con las pinturas originales, no se les ha añadido ni quitado nada", precisó.

La exposición abre de miércoles a viernes de 10 a 13.30 horas y de 15. 30 a 18.00 horas. En los fines de semana, de 10 a 14 horas y de 15.30 a 18.30 horas.