El frío y la lluvia hacen que los cristales del coche se empañen con más facilidad. Se trata de un problema que afecta a prácticamente todos los vehículos y que puede ocasionar graves accidentes, ya que una buena visibilidad es fundamental a la hora de conducir. Por eso, desempañar las lunas lo más rápido posible es clave.

Aunque parezca muy sencillo, no todo el mundo realiza bien este proceso, cuya duración varía en función de diferentes condicionantes: el tipo de vehículo, el número de ocupantes en ese momento, la temperatura exterior e interior, la potencia del aire del coche...

Si bien, este truco es aplicable a todas situaciones. En mayor o menor medida, siempre será de ayuda.

La solución es bien sencilla. Tan sólo hay que seguir estos tres pasos. El primero es establecer la temperatura del aire. Pese a la creencia generalizada, no hay que ponerlo ni a la máxima temperatura ni a la mínima. El punto óptimo es el intermedio: templado.

Una vez hecho esto hay que seleccionar el tipo de aire. Ahí debemos seleccionar la función desempañar del vehículo. Se trata de un logo muy característica: una recuadro, que simula la luna de un coche, y tres flechas zigzagueantes.

@aprobadoalaprimera

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Lo siguiente que hay que hacer es activar el aire. Nuevamente no es necesario utilizar la máxima potencia, aunque en ocasiones puede ayudar a acelerar el proceso.

Lo siguiente que hay que hacer es esperar y ver cómo actúa el sistema de ventilación. En cuestión de segundos la luna estará desempañada. También es recomendable mantener el sistema activado para evitar que nuevamente se empañe.