El café viral que no deberías hacer si quieres conservar tu cafetera

Una práctica que está arrasando en las redes sociales

Una cafetera italiana.

Una cafetera italiana.

Benito Domínguez

Los amantes del buen café saben que no hay nada mejor que el café de cafetera italiana. Algo sencillo que hay en cualquier hogar y que no supone un gasto excesivo. Y eso que hay que seguir una serie de normas para que el café de cafetera italiana salga perfecto.

Ha que rellenar la base de la cafetera con agua caliente de la máxima pureza hasta la válvula, agregar el café molido en el portafiltro y nivelarlo sin apretar. Colocar el portafiltro en la base y enroscar la parte superior de la cafetera en la base y poner la cafetera a fuego medio. Cuando el café haya subido hasta la mitad de la cafetera hay que apagar el fuego y esperar a que suba el resto del café con el fuego apagado. De este modo te saldrá un café intenso y con mucho cuerpo.

En cuanto al café utilizado, si es un paquete de café molido, una vez que esté abierto, hay que conservarlo cerrado en el refrigerador. En el caso de utilizar café en grano, hay que moler sólo la cantidad de café que se vaya a utilizar y ajustar el grado de molido del molinillo en molienda media, que es lo que se recomienda para una cafetera de goteo o italiana. La molienda será fina para cafetera express, mientras que habrá que dejarla gruesa para la cafetera chemex.

Sin embargo hay una moda que últimamente está arrasando en las redes sociales en las que, en lugar de agua, se introduce leche en la cafetera. Sin embargo, tal y como aseguran desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), ésta es una práctica que no deberías hacer si quieres conservar tu cafetera en el tiempo. Y es que la cafetera italiana solo está diseñada para preparar café con agua y la leche, al contener nata y minerales, no responde como el agua ante las altas temperaturas que tiene esta cafetera.

Consecuencas

Una de las consecuencias que podremos tener si metemos leche en el depósito de agua es que, al hervir, se derborde y acabe atascando el conducto de salida hacia la parte superior, creando una sobrepresión. "Con la leche, además, podría obturarse la válvula de seguridad y no funcionar correctamente para liberar ese exceso", aseguran desde OCU.

Además, también podría afectar al sabor del café, dejándole un gusto amargo por la grasa requemada. Por no hablar de lo dificultoso que será limpiar la cafetera una vez que termines el café.