Tu ropa no sale limpia de la lavadora (si no sigues este truco)

La lavadora, un electrodoméstico casi omnipresente en todos los hogares, requiere una limpieza y un mantenimiento, que muchas veces por dejadez o desconocimiento podemos llegar a dejar de hacer. Esto puede conducir a que el aparato deje de funcionar correctamente e, incluso, se averíe.

Realizar ciertas labores de mantenimiento con la frecuencia adecuada puede ayudar a que la vida del electrodoméstico sea mayor y a que su objetivo, dejar la ropa limpia, se cumpla. Desinfectarla, en muchas ocasiones, es muy necesario para evitar la proliferación de moho y de malos olores en el electrodoméstico y en la ropa.

Pasos para limpiar la lavadora

Lo primero que hay que tener claro es que limpiar la lavadora consiste en eliminar los restos de cal, jabón y suciedad que se acumulan en el interior del que es uno de los electrodomésticos más utilizados del hogar. Aunque hay varias opciones, lo más sencillo es recurrir a un producto barato como el vinagre, que puede ser de vino, manzana o limpieza.

Así, basta con verter el líquido en el tambor de la lavadora y en los cajetines que distribuyen el detergente y suavizante. A continuación, hay que programar un ciclo medio de lavado y se deja que el vinagre actúe durante todo ese tiempo. De esta forma, se consigue acabar con la suciedad y desinfectar el aparato.

Si se sigue este método, ni siquiera será necesario enjuagarla, ya que el ciclo de enjuague se encargará de ello y dejará la lavadora perfecta. Tal es así que, una vez que termine, se puede lavar la ropa de la forma habitual.

El secreto está en el cajetín

En muchas ocasiones es el gran olvidado, sin embargo, mantener en perfectas condiciones el cajetín, el lugar donde ponemos el detergente y el suavizante determina en gran medida que la colada salga tal y como cabe esperar. En este sentido, la OCU aconseja dejarlo abierto tras los lavados para que se seque y evitar que aparezca moho. Además, recomienda limpiarlo periódicamente y sacarlo una vez al mes si pones la lavadora más de cuatro veces a la semana.

Para ello, explican, “con la lavadora desconectada, tira del cajetín hacia ti hasta que haga tope. Para poder sacarlo de su alojamiento, en algunas lavadoras deberás presionar una pestaña para extraerlo; en otras, basta con levantarlo tirando de la parte de atrás hacia arriba para que salga de su alojamiento”. Una vez extraído, se puede limpiar en el grifo, por ejemplo, con una bayeta o un cepillo de dientes.

Además, recuerdan que se debe limpiar también el compartimento donde se aloja el cajetín ya que pueden quedar restos de detergente endurecidos y taponar los conductos por los que circula el agua.