El desconocido tercer compartimento de la lavadora: el secreto de una colada perfecta

Un truco que no dejarás de usar

M. R.

El cajón de la lavadora debe tratarse con cuidado. Tanto su uso como su cuidado influirán en todo el proceso de lavado y en el propio electrodoméstico. En primer lugar, debe limpiarse con frecuencia. El detergente se deposita y forma costras en su interior. El agua corriente favorece entonces la formación de moho y las consiguientes bacterias, un problema que también se da en las juntas. Todo ello corre el riesgo de ensuciar la colada, además de desprender mal olor.

Por ello, conviene acostumbrarse a desmontarla y limpiarla con una esponja empapada en agua y bicarbonato. O sumergiéndola en la misma solución. La secaremos bien y volveremos a montarla. Pero una vez visto el mantenimiento, vamos a ver cómo utilizarlo y sacarle el máximo partido para obtener los máximos resultados de lavado. El cajón de la lavadora tiene 3 espacios marcados por otros tantos símbolos. Empezando por la izquierda, el primero que encontraremos es el marcado con II, en él irá el detergente normal que se utilizará para el lavado. Aquí también cabrá el desincrustante líquido. A continuación encontraremos el apartado con una flor estilizada en el que meteremos el suavizante, recuerda que no es obligatorio y no utilizarlo con determinadas prendas. Llegamos ahora al compartimento menos conocido, el del símbolo I: es el dedicado al prelavado. Este paso se recomienda para las prendas muy sucias. De hecho, permite ponerlas a remojo en agua en el ojo de buey. Así, si seleccionas este tipo de lavado, es ahí donde tendrás que introducir el detergente que la lavadora dispensará durante esta fase. Sin embargo, también tiene otra función que suele ser ignorada por la mayoría.

Blanquear, quitar manchas y desinfectar la ropa

En los antiguos modelos de lavadora solía haber un cuarto compartimento con el símbolo CL; era el destinado a introducir la lejía. Hoy que ya no existe, ¿dónde poner la lejía? Pues bien, el tercer compartimento de la cuba de la lavadora, el compartimento de prelavado, lo sustituye. Por lo tanto, será posible echar lejía en casi todos los modelos, pero, evidentemente, asegúrese de ello en las instrucciones del aparato.

De esta forma evitaremos utilizarla pura y en contacto directo con los tejidos, forma que muchas veces corre el riesgo de ser agresiva y estropearlos. Al utilizarla en el prelavado, la lavadora la dispensará diluida en agua y realizará un pretratamiento antes del lavado propiamente dicho, que actuará también como aclarado.

Por supuesto, asegúrese de que es posible utilizar lejía leyendo la etiqueta de la ropa. Si hay un triángulo con una X, no se puede utilizar. En cambio, un triángulo simple aprueba su uso. En cambio, un triángulo con líneas diagonales en el interior permite la lejía sin cloro, como la lejía suave que se utiliza en las prendas de color. De hecho, la lejía no sólo blanquea las prendas blancas amarillentas, sino que también las desinfecta y las mancha.

Recuerda que, en ningún caso, debes mezclar lejía y otros detergentes para evitar reacciones químicas peligrosas. Además, es mejor utilizarla sólo cuando sea realmente necesario, ya que un uso excesivo a lo largo del tiempo podría estropear los componentes internos de la lavadora.