Adiós a la plancha: el desconocido pulverizador que fulminará las arrugas de la ropa de cama

A la hora de irnos a la cama la sensación más agradable es deshacerla y meternos entere las sábanas lisas. No obstante, a veces nos podemos encontrar con alguna que otra sorpresa: no hemos estirado cada capa por completo a la hora de hacerla y ahora notamos las rugosidades por todas partes.

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A menudo, una vez hemos lavado y tendido las sábanas, nos encontramos con arrugas muy difíciles de hacer desaparecer. ¿Cómo debemos hacerlo entones? El primer paso habrá que darlo a la hora de meter la ropa en la lavadora. Debes asegurarte de no llenar el tambor para que el detergente penetre bien por todas las capas y sobre todo los tejidos puedan respirar.

Es fundamental el centrifugado de la ropa; cuanto menos húmeda salga de la secadora, más sencillo será que las arrugas no se formen. Ahora llega el momento determinante: sacudir y tender cada prenda. Es muy importante quitar todo el agua posible durante el proceso de lavado y secado para que sea mucho más rápido. Por otro lado, debes asegurarte de dejar el espacio libre para poder tender estas largas telas de tal forma que no se formen arrugas de quedarse aplastadas.

Lo más normal será que, una vez hayas terminado de llevar a cabo todo este proceso, te encuentres aún así arrugas por todas partes. Habrá quien pueda convivir con ellas o quien necesite eliminarlas cuanto antes. La solución más típica pasa por usar la plancha, pero lo cierto es que no siempre contamos con el tiempo ni las ganas para hacerlo.

Sin plancha

En su lugar, aquí te dejamos un truco sencillo y líquido que promete acabar con todas y cada una de las arrugas. Lo primero que deberás hacer es conseguir un bote con pulverizador para que el producto salga de manera controlada. Después, crea una mezcla con agua destilada que cubra tres cuartas partes del recipiente, un chorro de vinagre de limpieza y un poco de acondicionador de pelo, que será el principal producto que le dará olor y alisará tus tejidos. Una vez lo agites y pulverices por encima, verás cómo estas se van eliminando poco a poco.

Ten en cuenta que el funcionamiento es muy similar al que nos hace una plancha normal y corriente; cuando una arruga se resiste a salir, solemos recurrir a dos herramientas fundamentales: el vapor caliente y el agua.

No obstante, también tienes otros trucos que no requieren de tanta complicación. Por ejemplo, puedes poner una toalla húmeda encima y presionar ligeramente para conseguir que las arrugas desaparezcan poco a poco. También podría serte de gran utilidad colocar artículos de peso encima para que también generen de otra forma ese peso adicional.