Adiós a los envases: la solución que debes implementar en tu nevera para evitar que la comida se ponga mala

La nevera es un espacio fundamental en cualquier hogar para mantener la comida en el mejor estado posible. Por eso, debemos llevar a cabo un cuidado habitual y detectar cualquier mínimo fallo en seguida para ponerle remedio al problema antes de echar a perder toda la comida. Sin embargo, nuestro frigorífico tampoco puede obrar milagros.

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Gran parte de la conservación de los alimentos depende de cómo tratemos nuestra comida, de cuánto tiempo la dejemos desde que la cocinamos o del estado del envoltorio original. Y es que estos envases son bastante útiles a la hora de conservar la comida antes de abrirlos, pero una vez sacamos parte de su contenido dejan de servir.

Si bien muchos de ellos ya vienen preparados con algún toque adicional que garantice el envasado de los productos, muchas veces su sistema adhesivo termina dejando de se efectivo. Para chasco de cualquiera, los alimentos se ponen malos y hemos tirado medio paquete a la basura. Dinero desperdiciado; al supermercado a coger más víveres.

Esto no quiere decir que hoy en día existan alternativas que vayan más allá del clásico táper que, sin restarle mérito a su capacidad de conservación, pasa a ocupar un espacio con el que quizás no contamos. Mantener un bote abierto en nuestra nevera puede alterar el alimento que conservamos en su interior, sobre a su sabor, su olor, su textura o su aspecto.

Las ventajas del vacío

Si estás buscando una manera de ganarle la batalla al espacio, aquí te dejamos un truco ideal que seguramente conocías pero al que no habías sacado el partido suficiente. La solución está en usar bolsas de envasado al vacío de tamaño pequeño. Esto no solo ayudará a reducir el espacio que ocupe en la nevera, que al absorber todo el aire será mínimo, sino que contribuirá a conservar durante mucho más tiempo tus alimentos.

Ten en cuenta que envasando al vacío los alimentos conseguirás bloquear la entrada de aire y, por lo tanto, sustancias que pudieran dañar el alimento. Con esta técnica podrás quitarte de encima latas como en las que vienen incluidos los guisantes, el maíz o alimentos de este tipo. Son cosas que utilizamos eventualmente y que por lo tanto no suelen ser consumidas de un día para otro.

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