Después de su aparición televisiva el viernes, Belén Esteban ya no oculta su rostro y luce su nueva cara con orgullo. La colaboradora de «Sálvame» ha pasado el fin de semana de compras navideñas con su marido y su hija y explicó que está «deseando dar las campanadas».

Esteban desveló, por fin, su nuevo rostro tras la operación de cirugía estética facial a la que se había sometido. Después de su tan esperada aparición, hemos podido ver a la nueva Belén haciendo unas compras navideñas junto a su marido Fran y su hija Andreíta. La ex pareja de Jesulín de Ubrique ha pasado un fin de semana muy ajetreado con su familia, ocasión en la cual habló de sus deseos para el próximo año. Aunque no ha desvelado lo que piensa pedirle a los Reyes Magos, al año 2010 le pide: «Que me quede como estoy». «Me han cambiado muchas cosas», explicó Belén, «¡tengo un subidón!».

Sin embargo, también afirma que, aunque se encuentra «bien, muy bien» y que no había sufrido demasiado con la operación, «la costilla» -le quitaron un trozo de una para injertárselo en la nariz- es lo único que la había dejado un poco fastidiada.

En cuanto a la posibilidad de hacerse alguna operación de cirugía más, Esteban afirmaba entre risas: «Sí, en los dedos de los pies». Lo cierto es que la madre de Andreíta está encantada con su nueva imagen y hace oídos sordos a aquellos que la critican. «No me importa. Los que me importan son mi marido y mi hija», explica.

De hecho, según la propia Belén, tanto su marido Fran como su hija Andrea opinan que está «guapísima» y no contesta cuando le preguntan por la posibilidad de que su nueva imagen pueda volver a despertar algo en Jesulín. «Mi marido está en mi casa, que es lo que más quiero en el mundo junto con mi hija», declara.