«En Asia me encuentro como en casa», ha dicho el más universal de los cantantes españoles, Julio Iglesias, que acaba de comenzar la gira mundial «Starry night», con la que, armado con sus canciones más emblemáticas, regresa al continente asiático tras más de cinco años de ausencia. El artista explica que le hace «mucha ilusión actuar de nuevo» en Asia, ese «continente de grandes y apasionantes contrastes» que tuvo «la suerte de conocer» y donde se encuentra «como si estuviera en casa».

Tanto le gusta esa parte del mundo al autor de «La vida sigue igual» que ha querido que su numerosa familia lo acompañe, por lo que su esposa, la modelo holandesa Miranda, y sus cinco hijos pequeños lo acompañarán durante sus actuaciones en marzo y abril. «Quiero que ellos también conozcan las culturas orientales», dice. Julio Iglesias es el único artista extranjero que ha recibido una distinción otorgada por el Gobierno chino.

La gira «Starry night» (noche estrellada), comenzó en el lujoso balneario uruguayo de Punta del Este. En las próximas semanas tiene concertadas varias actuaciones en Argentina, para después actuar en Panamá y en la capital hawaiana, Honolulu. Le seguirán Manila, varias ciudades australianas y, de nuevo, a Asia, a la capital de Malasia, Kuala Lumpur, a la capital surcoreana, Seúl, y después a Japón, donde esperan cinco conciertos. La gira finalizará en África y varias ciudades europeas. Los hay incombustibles.