Diandra Luker, ex esposa del actor, demandó al artista por los ingresos de la segunda parte de «Wall Street», pues considera que tiene derecho a recibir la mitad de las ganancias que genere ese filme. La abogada de Luker alega que en el acuerdo de divorcio hay una cláusula que le concede derecho a los ingresos derivados de las repeticiones futuras de películas que el actor hiciera durante las dos décadas en que ambos estuvieron casados.