Varios obispos noruegos han reprendido a la princesa Marta Luisa de Noruega por asegurar que puede ponerse en contacto con los muertos. «Contactar con los muertos puede conducir a un tipo de religiosidad muy poco sano», declaró el obispo Erling Pettersen. La cabeza de la diócesis de Tunsberg, Laila Riksaasen Dahl, señaló a la televisión pública que «los muertos pertenecen a Dios y deben descansar en paz».