Después de su 50.º aniversario en el mundo de la música, Raphael considera que sólo puede permitirse hacer «cosas grandes», por lo que vuelve con un triple CD de homenaje a los «géneros más universales de América» y no descarta incluso un regreso al cine. «Dejo la puerta medio entornada».

En una entrevista con motivo de la presentación de su nuevo disco, «Te llevo en el corazón», el cantante asegura que ésta ha sido la «producción más ambiciosa y costosa de su carrera». En estas situaciones de crisis, que según dice a él también le afectan, considera: «Hay que trabajar el triple».

Raphael se ha calzado un traje a medida con tres discos en los que aborda separadamente el bolero, la ranchera y, por primera vez en su carrera, el tango, un género con el que ha disfrutado hasta el punto de recrear un dueto con el mismísimo Carlos Gardel en el clásico «Volver». Esta revisión del tango es «de las mejores cosas que yo he podido hacer; he saldado una cuenta pendiente», dice.

Aborda este estilo con tanto ahínco que se marcó un improvisado tango con una reportera de televisión. «No se me daba mal, pero ahora me he preocupado de que se me dé mejor», cuenta ufano.

Cada género se ha grabado «a conciencia» en un punto del mundo y con la orquesta en directo: el tango, en Buenos Aires; la ranchera, en México, y el bolero, en Madrid, con músicos cubanos.

Él mismo se reconoce como un artista osado, que se ha atrevido con todo tipo de estilos y aventuras artísticas. «Lo importante es mantener la ilusión», dice. Tanto es así que no descarta volver a hacer cine: «Como se están empeñando mucho, ya me lo estoy pensando. Dejemos la puerta, no abierta, pero medio entornada». comentó.

La culpa, según cuenta, la tendría Álex de la Iglesia, que en su última película, «Balada triste de trompeta», rinde un claro homenaje al artista utilizando el título de uno de sus temas. «Es una barbaridad», dice en referencia al filme, que califica además de «tremendo». «Es una película que hay que ver, me alegro mucho de estar ahí y de estar con Álex», reflexiona.

La presencia de Raphael en pantalla está latente además tras la reciente emisión de una miniserie para televisión sobre su vida que, a su juicio, «está muy bien hecha, con mucho cariño y mucho respeto, muy bien interpretada, especialmente por Juan Ribó, al que le tocó el papel más difícil».