Carly Fiorina es una mujer que ha librado duras batallas, tanto en el mundo empresarial como en su vida personal, y ahora afronta una de las más difíciles, convertirse en la primera senadora republicana por California en las elecciones del próximo 2 de noviembre.

Fiorina, de 56 años, saltó a la fama cuando se convirtió en 1999 en la consejera delegada de Hewlett-Packard (HP), cargo que ejerció hasta 2005 y que la convirtió en la primera mujer que dirigía una de las 20 mayores compañías del mundo, según la lista de la revista «Fortune». Tras salir de la empresa, Fiorina coqueteó con la política durante la campaña presidencial de 2008, cuando se convirtió en la principal consejera en materia económica del senador John McCain, candidato a la presidencia de EE UU por el partido republicano.

Fue tras esta experiencia cuando comenzó uno de sus «annus horribilis» en lo personal, pues sufrió la pérdida de una de sus hijas y se le detectó un cáncer de mama, que pudo superar tras someterse a una doble mastectomía y a un tratamiento con quimioterapia y radiación.

Fiorina salió ayer del hospital donde ingresó el martes a causa de una infección derivada de la operación y podrá reanudar sus actividades electorales a partir de hoy. La candidata republicana fue tratada con antibióticos y los médicos diagnosticaron que se recuperaría por completo. Ahora, la aguerrida Fiorina quiere batirse en la arena política, y lo hará tras haber vencido en las primarias de junio a dos pesos pesados del «Tea Party», el ex congresista Tom Campbell y Chuck DeVore. No obstante, para llegar a ocupar el escaño del Senado tiene que enfrentarse a todo un miura: la senadora demócrata Barbara Boxer, que mantiene su escaño desde 1992. Fiorina apuesta por su verbo fiero y combativo y un mensaje claro: «Los pequeños negocios y los empresarios nos liderarán en estos tiempos difíciles». Pero los pronósticos están contra ella, principalmente los que atañen a la población hispana. Un anuncio para televisión en español financiado por Boxer critica que Fiorina despidió a 30.000 trabajadores durante su época en HP, exportó miles de puestos de trabajo desde California a China, está en contra de una reforma migratoria y apoya la ley de Arizona que penaliza a los inmigrantes indocumentados. Nacida en Texas, hija de un profesor de Derecho y una pintora abstracta, Fiorina se hizo un nombre a sí misma subiendo todos los escalones posibles desde que comenzó como secretaria en la firma Marcus & Millichap.