La primera dama, Michelle Obama, aseguró en un programa televisivo que se escapa de la Casa Blanca «tanto como sea posible» y «con más frecuencia de lo que la gente cree». La primera dama confesó que en una ocasión llegó incluso a llevar al perro de la familia, «Bo», a una tienda de mascotas y pasó casi desapercibida hasta que presentó su tarjeta de crédito al cajero.

«Lo hago con más frecuencia de lo que la gente piensa. Y es increíble cómo la gente no te reconoce», dijo.

Michelle Obama volvió a dejar claro su compromiso contra la obesidad y no se lo pensó dos veces a la hora de hacer ejercicio en el jardín de la Casa Blanca con numerosos estudiantes de Primaria y Secundaria.