Los antepasados de los constructores del monumento megalítico de Stonehenge, en Gran Bretaña, procedían de la Península Ibérica. Así lo asegura un estudio, publicado por la revista especializada "Nature Ecology & Evolution", divulgado ayer. Los autores, un grupo encabezado por Tom Booth (del Museo de Historia Natural de Londres) y Mark Thomas (del University College de Londres) compararon muestras de ADN de restos humanos del Neolítico hallados en este país con el de personas vivas en Europa, lo que les permitió trazar el recorrido de los habitantes del Neolítico, cuando se erigió Stonehenge, en las islas Británicas: según sus conclusiones parece ser que se trasladaron desde Anatolia (la moderna Turquía) hasta Iberia -hoy España y Portugal-, antes de poner rumba al norte y alcanzar lo que hoy es el Reino Unido sobre el año 4.000 antes de Nuestra Era.

Este movimiento migratorio que se enmarca dentro de una expansión más amplia de personas desde Anatolia, en el año 6.000 antes de Nuestra Era, que introdujeron la agricultura en Europa. Antes de que se produjera ese movimiento migratorio, Gran Bretaña estaba habitado por pequeños grupos de viajeros que cazaban animales y recolectaban plantas salvajes y moluscos. Según este estudio, un grupo de granjeros viajó siguiendo el río Danubio hasta Europa Central, pero otro lo hizo en dirección oeste por el Mediterráneo.

El ADN analizado por los autores del estudio muestra que los británicos del Neolítico fueron mayoritariamente descendientes de grupos que tomaron la ruta del Mediterráneo, bien por la costa o pasando de isla en isla en embarcaciones. Cuando el equipo de expertos analizó muestras de ADN de los primeros granjeros británicos, hallaron que la mayoría se parecían a la gente del Neolítico procedente de Iberia.

Desde la Península, los granjeros viajaron hacia el norte, atravesando Francia, y podrían haber entrado en el Reino Unido desde el oeste, por Gales o el suroeste de Inglaterra. Además, los migrantes neolíticos parecen haber introducido la tradición de construir monumentos con grandes piedras -megalitos-, como es el caso de Stonehenge.

Si bien Inglaterra estaba habitado por grupos de "cazadores recolectores del oeste", cuando los granjeros llegaron a sus costas, por el ADN se ve que los dos grupos no se mezclaron mucho. Los cazadores recolectores británicos fueron reemplazados casi completamente por los granjeros del Neolítico, aparte de un grupo del oeste de Escocia, según los hallazgos.

Tom Booth indicó a la BBC que no se encontró "evidencia detectable de antecesores de cazadores recolectores británicos en los granjeros neolíticos después de su llegada". Esto no significa, añadió, "que no se mezclaran, sino que quizás el tamaño de su población era demasiado pequeño para haber dejado algún tipo de legado genético". Por su parte, Mark Thomas señaló que los granjeros neolíticos probablemente tuvieron que adaptar sus prácticas a las diferentes condiciones climáticas al trasladarse por Europa.