Después de confirmar su ruptura con Edmundo Arrocet, María Teresa Campos ha permanecido recluida en su casa de Madrid, donde ha disfrutado de la Nochevieja rodeada de amigos como Rocío Carrasco y sus hijas o preparando una exclusiva que verá la luz el próximo miércoles. Pero la veterana presentadora por fin ha salido a la calle y lo ha hecho con la mejor de sus sonrisas.

Con el objetivo de hacer compras navideñas, María Teresa Campos ha acudido a un centro comercial de una de las zonas más exclusivas de Madrid. María Teresa ha acudido acompañada de su chofer, quien es también su hombre de confianza y fiel compañero en los duros momentos. Casualidades de la vida, entre tiendas y compras se encontró con la también presentadora, Carlota Corredera, mostrándose las dos de lo más cariñosas, y es que después de charlar durante un rato se despidieron con un abrazo y dos besos.

Ante los periodistas, María Teresa ha puesto su mejor cara, aprovechando para felicitar el año. A pesar de la polémica ha declarado que se encuentra "muy bien", aunque ha defendido que "no voy a hablar". Después de la jornada de compras, María Teresa volvió a su casa, hasta donde se trasladaron sus buenas amigas para jugar su clásica partida de las cartas de los viernes.

Edmundo Arrocet rompió por WhatsApp su relación con María Teresa Campos

Edmundo Arrocet rompió con la veterana presentadora a través de un mensaje de WhatsApp. Tras una discusión "él se marchó de casa y le comunica la ruptura vía WhatsApp, en una decisión unilateral", informa la periodista televisiva Sandra Aladro.

María Teresa por su parte ha intentado ponerse en contacto con el humorista y que hubiera una conversación en persona en la que hablar de su desavenencias, pero no lo ha conseguido, haciendo así publica la ruptura con el comunicado que pillaba por sorpresa a Arrocet.

Tras seis años de relación, María Teresa y Edmundo no se han vuelto a ver y la presentadora ha confesado estar pasando un momento "muy difícil". El cómico estaría en Londres, donde ha pasado la Nochevieja y se refugia de la presión mediática guardando silencio.