El concurso de canarios de canto español floreado ha traído a Oviedo 300 ejemplares llegados de toda España, son la élite del bel canto. "Cualquiera puede distinguir un canto bueno de un canto malo. Si un canario te molesta al oído o no tiene un canto agradable es que está desafinando", asegura Justino Díaz , el vicepresidente de la asociación de canaricultores "El Carbayón". Este año el ganador ha sido un joven murciano de 22 años que empezó a aficionarse a la canaricultura cuando tenía seis. "Empecé con mi padre y ahora tengo casi 80 canarios". La paciencia y la constancia son las claves para criar un ejemplar ganador. "Tengo que dedicarle una hora al día de media pero es una satisfacción", explica Miguel Sánchez.