La Pola vivió ayer la jornada central de Les Comadres más multitudinaria de los últimos años. "Como antes de la pandemia", según los panaderos, que incrementaron hasta un treinta por ciento las ventas de bollos. La plaza de abastos se llenó a rebosar de grupos de personas que se acercaron a disfrutar, entre amigos y familiares, de la tradicional merienda que marca la primera gran fiesta del año de la capital sierense, organizada por la Sociedad de Festejos.

Entre quienes acudieron a la cita estaban Tita Canga, Piedad Montes y Manuela Rodríguez, que se animaron a a comadrear después de 55 años sin juntarse para ello. "Empezamos viniendo cuando aún no estábamos casadas. Luego, llegaron el matrimonio y los hijos, y ya lo hacíamos en casa", explicó Montes. Este año, "que hijos y nietos ya van por libre", han decidido que "ya era hora de volver a disfrutar". Y como ellas, las más de 300 personas que se decidieron a degustar juntas el bollo, las tortillas de sardinas salonas, el embutido o la empanada.