San Esteban,

V. DÍAZ PEÑAS

El río Nalón fue, históricamente, la cloaca de Asturias. Sus aguas bajaban cargadas de partículas de carbón de los lavaderos de las cuencas mineras y su cauce era utilizado como red principal de saneamiento. Todos esos residuos iban a parar a la zona baja del río, donde sedimentaba el carbón suspendido en el agua y se acumulaba todo tipo de residuos. Así, durante largo tiempo el bajo Nalón vio negro su futuro ambiental, pese a contar con un estuario al que se supone un gran valor natural previo a su deterioro.

Por suerte, esa situación ha cambiado y hoy la ría avanza hacia una mejora medioambiental. Al menos así lo ven los naturalistas y ornitólogos, quienes constatan una clara recuperación de la naturalidad del estuario en los últimos veinte años. No obstante, matizan, queda mucho camino por recorrer antes de que la ría del Nalón recobre su plenitud como espacio natural.

Hace unas semanas, el Fondo Asturiano para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) localizó e identificó en la ría un ejemplar marcado de águila pescadora. El ave, uno de los dos individuos de esta especie que pasan el invierno en Asturias (el otro está en Villaviciosa), es un indicador de la buena salud del hábitat. No obstante, tal como apunta el presidente de dicha organización, Roberto Hartasánchez, la ría aún sigue estando sucia. «La ría es rica, algo que demuestra la presencia de águila pescadora. Tiene una interesante vida piscícola y ornitológica, pero su entorno está muy descuidado. Los carrizos están llenos de botellas de plástico y de residuos que nos recuerdan cómo los ríos siguen siendo utilizados como vertederos», explica.

César Álvarez Laó, portavoz del grupo ornitológico Mavea, con base en Avilés, y buen conocedor del estuario, coincide con la valoración de Hartasánchez, aunque con matices. Si bien afirma que la ría mejoró hace varios decenios, también cree que, en los últimos años, su recuperación ambiental se ha estancado. «Hace veinte años sí que se notaba mucho más la mejoría de la ría. Se dejó de lavar carbón y los vertidos fueron a menos. Sin embargo, según los censos de aves que manejamos, la ría no ha cambiado mucho en los últimos años. Desgraciadamente es una zona bastante dejada de la mano de Dios, a pesar de tener un buen potencial como hábitat ribereño», argumenta.

El FAPAS aboga por potenciar la mejora ambiental de la zona. Argumenta que hay espacios que pueden ser restaurados, como las zonas de marisma. «Si se recupera el ecosistema habrá una mayor biodiversidad», señala Hartasánchez, quien teme que se quiera recuperar a golpe de hormigón. Mavea también espera que la ría siga ganando potencial, pero echa en falta medidas para favorecer esa recuperación.

El grupo ornitológico Mavea echa en falta medidas de regeneración ambiental en la ría del Nalón y lamenta que cayese en saco roto un proyecto lanzado hace más de cinco años, que perseguía la mejora de las charcas de San Esteban -en la imagen- y que proponía la creación de un observatorio de aves, informa V. DÍAZ PEÑAS.