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l La guardia pretoriana. «Pero antes de esa reunión hubo otra porque como Eleuterio Bayón, otros concejales y yo estábamos muy descontentos con José Manuel Palacio, nos llama Carmen García Bloise, que llevaba el control de todos los alcaldes de España. Ella tenía una serie de documentación sobre José Manuel y nos preguntó qué pensaba yo. Di una explicación normal: "Mira, atascó y es conveniente buscar otra persona". Con la FSA y Tini Areces hubo otro problema años después. Felipe González, desde que había llegado al Gobierno, planteaba que había que reconvertir la siderurgia, Ensidesa, y Hunosa. En 1990 voy a un comité regional de la FSA y tenía bien estudiado lo que iba a decir. Lo había hablado con Pedro Sanjurjo, Herrero Merediz y Villaverde. Los cuatro que representábamos a Gijón en el comité. Planteé una profunda renovación en la FSA, cambiar de estrategia, hacer caso de Felipe y encarar el tema de Hunosa, pero fuertemente y con valentía. Pero para eso sobrábamos los que estábamos allí y había que crear una nueva dirección. Yo dije que había que cambiar de estrategia política y de personas. Entonces me pusieron el mote de "renovador". Después de que yo hablo, pide la palabra la guardia pretoriana del SOMA y en vez de meterse conmigo empiezan a meterse con Tini, que no estaba presente. Empezaron a hablar del "panzudo de Gijón". "Ese panzudo de Gijón quiere joder este partido; ya estropeó un partido y ahora viene a estropear éste"? y no sé cuántas cosas más. También se metieron con Sanjurjo y decían que era "ese pequeño burgués, liado con la burguesía gijonesa"».

l Una piedra al cuello. «Decir que toda la burguesía es mala es un error muy grande. La burguesía suele ser bastante liberal, preparada, y hay que contar con ellos. No puedes darles leña porque tengan un pequeña empresa. Hay empresarios que no merecen el nombre, pero hay muchos a los que respetar. Yo dije en aquella reunión que estaban en un grave error al meterse con la burguesía por el hecho de ser empresarios o profesionales, un profesor, un médico. Pedí la palabra de nuevo para decir que no se estaban metiendo conmigo en ese momento, sino con otros y "para decir lo que digo no necesito a Sanjurjo ni a Herrero que están aquí, ni a Tini; esto lo digo yo y no os metáis con ellos". Entonces, dice José Ángel Villa; "¿Qué coño pasa en Gijón? Voy a poner los pies en Gijón y vais a saber lo que es bueno". "Si vienes a Gijón te atamos una piedra al pescuezo y te tiramos al mar", le dije».

l Duro como una piedra. «Aquel día los periodistas estaban al tanto de la noticia. En la FSA estábamos en una sala con las ventanas abiertas y debajo estaban los periodistas. Cuando salgo a la calle, me aborda LA NUEVA ESPAÑA: "¿Qué pasó?". "Nada, un debate normal; discutimos fuerte, pero no pasa nada". Pero tanto insistieron y yo salía tan cabreado que dije: "Bueno, el problema es de psiquiatra". Ahí estará el titular en el periódico. "Porque José Ángel Villa tiene que ir al psiquiatra para saber si es Hitler, Mussolini o Stalin". Hubo un lío en el partido tremendo. No me mataron de milagro. Pero no se podía seguir así; había que reciclar. Yo decía entonces que a lo mejor teníamos el vicio de la clandestinidad y sobrábamos nosotros. Ahora, no todo el partido, pero hay una parte de gente que piensa que Tini Areces ya cumplió y que ya lleva años y que es necesario renovar. Bueno, allá ellos; yo estoy de acuerdo con que siga y me parece que debería seguir otra legislatura. Estos temas hay que debatirlos en el partido, pero hay opiniones de todo tipo: quien cree que debe seguir y quien piensa que ya está amortizado, que ya hizo lo que tenía que hacer. La verdad es que ya lleva muchos años en política; siendo profesor en Empresariales empezó como delegado de Educación, y pasa luego a la Alcaldía y después al Principado. Lleva unos cuantos años haciendo política, y es duro como una piedra, y es peleón. Me cae bien porque es hombre de mucho empuje y lo conozco desde que era un chavaluco».

Tercera y última entrega, mañana: Marcelo García