Los alcaldes y concejales que ayer trataron de acercarse a los «indignados» que se concentraron ante los ayuntamientos asturianos obtuvieron resultados desiguales. Los ejemplos más paradigmáticos, y también los más extremos, de las relaciones entre políticos e integrantes del movimiento «15-M» tras las sesiones de investidura se vivieron en Oviedo y en Mieres. En la capital, una vez terminado el Pleno, los ediles casquistas Arturo González de Mesa y Belén Arganza decidieron sorpresivamente sumarse a la protesta que medio centenar de «indignados» protagonizaban de forma pacífica en la plaza de la Constitución. El gesto de los nuevos ediles no gustó ni un pelo a los manifestantes, que portaban chorizos ensartados en tenedores para expresar, de la forma más gráfica posible, su rechazo a la corrupción política. De esta manera, y para que la cosa no pasase a mayores, De Mesa y Arganza, que sólo consiguieron indignar a los «indignados», decidieron abandonar la plaza sin sumarse a los eslóganes lanzados por los jóvenes y no tan jóvenes apostados frente al Ayuntamiento.

Por cierto, entre los cánticos alcanzó notable éxito durante toda la mañana el siguiente: «No hay Coca Cola para tanto Cacique», que relaciona una conocida marca de ron con la actitud que, según los «indignados», mantienen ciertos políticos locales, a los que reclamaron burlonamente, y sin éxito, que se asomaran al balcón consistorial para saludar.

Frente a la negativa acogida que recibieron los casquistas en Oviedo, el flamante regidor de Mieres, Aníbal Vázquez, de IU, demostró que mantiene un excelente «feeling» con los integrantes del «15-M» que estaban concentrados ante el Ayuntamiento de la capital del Caudal. El ya regidor charló animadamente con los manifestantes antes del acto de constitución de la Corporación e incluso se comprometió a permitir que tomaran la palabra al final de la sesión. El llenazo en el Ayuntamiento fue tal que impidió el discurso de los «indignados». Sin embargo, el flamante alcalde, que ha defendido el movimiento en varias ocasiones, se dirigió a la zona en la que estaban los manifestantes y les saludó cordialmente uno por uno tras el Pleno.

También tuvo ocasión de departir con los integrantes del «15-M» que pusieron banda sonora a su toma de posesión el alcalde socialista de Laviana, Adrián Barbón. Por cierto, los «indignados» que estuvieron en esta sesión plenaria hicieron doblete, pues también se les vio en San Martín del Rey Aurelio.