Oviedo, L. Á. VEGA

«Guinea Ecuatorial continúa siendo una dictadura, pero disfruta de mayor seguridad que otros países del entorno y se están haciendo cosas, como vías de comunicación. La situación no se puede contemplar con ojos occidentales», asegura Íñigo Gorostiza, fiscal especial de Delitos Económicos de la Fiscalía Superior del Principado de Asturias, que viene participando en un programa de cooperación de la Comisión Europea dirigido por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y la Fundación Internacional para Iberoamérica de Administraciones Públicas (FIIAPP), que tiene como fin el «fortalecimiento del Estado de derecho en Guinea Ecuatorial», y que incluía un trabajo de apoyo al ministerio público de la ex colonia española.

Lo primero que se encontró Gorostiza, un fiscal que se curtió en San Sebastián y terminó recalando en Asturias en 1996, fue un ordenamiento muy complejo. «Está en vigor el Código Penal franquista, que incluye la pena de muerte, delitos como el adulterio, y que prohíbe el divorcio. A la vez, está en vigor el derecho tradicional de las etnias guineanas, que consiente la poligamia. Aun así se dictan sentencias de divorcio, pero esta complejidad plantea problemas a jueces y fiscales», indica.

Gorostiza viajó varias veces a la Guinea de Teodoro Obiang entre 2007 y 2010 y planteó algunas mejoras, como la elaboración de un estatuto del ministerio fiscal, «que no ha cuajado», la potenciación del instituto de práctica jurídica y el apoyo a la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial con la participación de profesores y juristas españoles. «El principal problema es la falta de medios. Queda muchísimo por hacer», indicó. Los jueces, fiscales y profesionales de la justicia en Guinea proceden de universidades españolas, francesas, británicas, chinas y hasta soviéticas, con tradiciones de Derecho muy diversas, lo que añade mayor complejidad.

Dentro de las acciones para potenciar el instituto de práctica jurídica, llegó a organizarse un seminario de derechos humanos. «Durante una semana, se dijo todo lo que se consideró oportuno sobre esta materia. Otra cosa es que en la práctica tenga sus dificultades», añade. Guinea Ecuatorial, pese a disponer de riqueza y atraer inmigración, está en el filo de un enfrentamiento étnico, como ocurre en otras naciones africanas. «Ellos se quejan de que los medios extranjeros sólo se fijan en la falta de derechos humanos y la miseria», señala.