Esta información ha sido elaborada por: D. ORIHUELA (Oviedo), Ramón DÍAZ (Arriondas), L. M. DÍAZ (El Entrego)

Tras las riadas de 2010, la Confederación Hidrográfica acometió una serie de mejoras en los ríos, sobre todo en el Nalón y en el Sella, para impedir que se repitieran las inundaciones. Sin embargo, esta semana se han repetido, aunque con menos intensidad. ¿Fueron suficientes las obras? Éste es un análisis, zona a zona, de las mejoras hechas y su efectividad.

l Trubia y Bueño. En Bueño, Ribera de Arriba, la Confederación Hidrográfica anunció una inversión de 700.000 euros para un túnel de drenaje, ejecutado pero que aún no está en servicio, que ayudará a minimizar el impacto de futuras avenidas del Nalón. Aprovechando las obras de construcción del colector que conecta la red con la depuradora de Las Caldas se dejó espacio para el aliviadero. Esta actuación, que los vecinos consideran insuficiente, se sumaba a las «obras de emergencia» ejecutadas por el Ministerio de Medio Ambiente tras las graves inundaciones que sufrió Bueño en noviembre de 2010.

Esas obras de emergencia costaron 150.000 euros y consistieron en aumentar el dique de protección en la margen derecha del río Nalón y acondicionamiento en la zona de la Barquera (33.600 euros); instalación de una tubería de drenaje desde la zona de La Barquera hacia el arroyo Ferreros (12.000 euros); acondicionamiento y dragado del arroyo Ferreros (12.000 euros) y, finalmente, el dragado de un caballón de tierras y un dique de escollera en la zona de confluencia entre el río Nalón y el arroyo Ferreros (91.000 euros).

En Trubia, la Confederación atendió una vieja petición vecinal, la de eliminar la presa del Machón a principios del verano pasado. La presa había provocado un año antes que se inundase el barrio de Coronel Baeza. Los técnicos entendieron que el viejo azud era la causa de las inundaciones y se invirtieron 80.000 euros en su demolición. El barrio de Coronel Baeza se salvó esta semana de las lluvias pero no el puente de La Riera; la pilastra central del paso se vino abajo por la fuerza del río, al igual que el puente. Fuentes de la Confederación desvincularon la rotura del puente con la desaparición de la presa, «por algo tan sencillo como que el puente roto está 150 metros más arriba en el cauce del río de lo que estaba la presa».

l Oriente. Las inundaciones de junio de 2010, que anegaron Arriondas y otras localidades de la comarca oriental, llevaron a la Confederación Hidrográfica a realizar una fuerte inversión para limpiar, acondicionar y dragar varios ríos. En Arriondas, se gastaron 147.000 euros en el dragado del Sella y Piloña, principalmente en las inmediaciones del Hospital del Oriente y en las zonas de La Dehesa (donde confluyen el Piloña y el Sella) y El Barco. En la localidad canguesa de Triongu se gastaron 185.000 euros para restauración y dragado que posibilitaron, por ejemplo, la eliminación de una «isla» formada por material procedente de una cantera cercana. Otros 83.000 euros se destinaron a mejoras en los cauces de los ríos Oliciu y Güeña, afluentes del Sella. La Confederación calculaba hace unos meses que sólo los trabajos ejecutados tras la «riadona» de 2010 en los cauces de Cangas de Onís sumaron 500.000 euros. En Ribadesella, también se realizaron obras de dragado y limpieza en los puntos más conflictivos, como Santianes y L'Alisal. En Panes, la Confederación destinó 180.000 euros al dragado del Deva, del que se sacaron unos 13.000 metros cúbicos de sedimentos (unas 23.000 toneladas). El río volvió a desbordarse el domingo y el lunes pasados.

Los alcaldes de Parres, Marcos Gutiérrez (PSOE), y Cangas de Onís, José Manuel González (PP), coincidían ayer al señalar que las obras han servido para que los daños provocados por las riadas de los últimos días fueran de escasa entidad. Dicho esto, indicaron que hacen falta aún nuevas inversiones. En Arriondas, por ejemplo, el Alcalde quiere una solución para el barrio de El Barco, que se ve anegado con las crecidas, e incluso sólo con lluvias de cierta entidad. En cuanto a la zona del Hospital del Oriente, Gutiérrez indicó que la Confederación estudia desde hace meses la posibilidad de habilitar un muro desde el paseo de La Llera hasta el polígono de Santa Rita, que protegería el barrio de Castañera, donde se ubica el Grande Covián. El alcalde cangués, por su lado, indicó que ha aparecido una nueva «isla» en Triongu, lo que obliga a una nueva intervención. También subrayó la necesidad de eliminar un arenal aparecido donde confluyen el Güeña y el Sella, así como de proceder a una limpieza general del primero a su paso por Cangas de Onís.

l Las Cuencas. La Confederación y el Principado realizaron obras de acondicionamiento de los ríos en Laviana, Argame (Morcín) y en el saneamiento del barrio de San Vicente (El Entrego) tras las inundaciones de junio de 2010. Todos estos trabajos, sin embargo, sólo sirvieron para mitigar parcialmente los efectos de las riadas, porque todos estos lugares han vuelto a verse inundados.

La Confederación invirtió, entre el otoño de 2010 y el invierno de 2011, 244.400 euros en acondicionar los ríos Nalón, Samuño y Aller. En el Nalón, llevó a cabo tareas de limpieza entre Rioseco y Barredos. Esta semana, pese a todo, el río volvió a desbordarse en El Condao (Laviana), anegando un negocio hostelero y decenas de casetas de aperos. Para los vecinos, los culpables de las inundaciones son tanto el mal estado de los cauces como la «repentina suelta de agua» de los embalses del alto Nalón.

En Argame, la Confederación invirtió unos 200.000 euros en el dragado del río Caudal, lo que no evitó que una parte de la localidad se inundara, aunque, eso sí, en menor medida que en 2010. Los vecinos culpan a los cambios originados en los cauces tras la construcción del polígono de Argame. Está en marcha un proyecto para mejorar el saneamiento de la zona y evitar nuevos casos como éste. Por su parte, en el barrio de San Vicente, el encargado de hacer las obras fue el Principado, que invirtió 220.000 euros en encauzar un arroyo y mejorar el saneamiento.

La inversión no ha surtido el efecto deseado porque, si bien el arroyo, que en anteriores ocasiones provocó inundaciones, esta vez no se desbordó, el saneamiento sigue sin ser eficiente y, en cuanto el nivel del río Nalón sube, el barrio se inunda porque no puede desalojar su agua. Tanto vecinos como el Ayuntamiento de San Martín han exigido al Principado que, cuanto antes, desarrolle un proyecto que «solucione definitivamente» este problema.