Es una chica diez y la única de Asturias. Además puede presumir de ello, ya que el pasado martes recibió las notas de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) y éstas así lo certifican: un 10 como una catedral, el único de entre los 3.644 estudiantes que se presentaron a la selectividad. Detrás de la nota perfecta está la moscona Laura Cue López, alumna del IES César Rodríguez de Grado. Un tanto sorprendida pero muy feliz por la nota, se relaja unos días en su casa de Acebedo (Grado), aunque en julio se irá durante un mes a estudiar inglés a Oxford, Inglaterra. A la vuelta, espera rematar el verano con todos sus amigos en las fiestas de prao, antes de ir a la Universidad. Aunque es la mejor bachiller de la región, aún no se lo puede creer: «Sin esfuerzo no hay éxito, pero en PAU hay un componente de suerte importante», explica.

Su futuro se encamina en el Instituto Católico de Administración y Dirección de Empresas (ICADE) de Madrid, donde estudiará un doble grado de Derecho y Administración y Dirección de Empresas (ADE). «Siempre tuve más o menos claro que quería hacer Económicas porque en mi familia hay gente que la había hecho, y ahora con el doble grado lo vi y me gustó más», explica la joven. Por difícil que parezca, Cue preparó a la vez los exámenes de la prueba básica de PAU (inglés, lengua española, filosofía y matemáticas) y el acceso a esta Universidad madrileña, donde se examinó unos días antes de esas mismas asignaturas, más Historia de España y una prueba psicotécnica.

Cue revela que no emplea muchas horas con los codos en el escritorio, «las mismas que mis compañeros, pero soy trabajadora y muy perseverante hasta que lo consigo». La organización es otra de sus armas y el mes antes de la selectividad lo pasó repasando todo lo que había aprendido en el instituto, donde también cosechó un 10 en la especialidad de Ciencias y Tecnología. No sólo es valorada por su impresionante expediente plagado de dieces, sino que profesores de su instituto dicen que es una chica 10 en todos los aspectos.

Desde el martes no deja de recibir felicitaciones de todo el mundo, familiares, profesores y amigos, que «están contentos por mí, pero también sorprendidos porque una cosa es sacar un 10 en el instituto y otra hacerlo en la PAU». Cue fue muy segura a los exámenes porque «era lo que me esperaba, siempre practicas y haces modelos así que no me sorprendió». No obstante, «en el momento del examen me puse nerviosa porque soy muy exigente conmigo misma», comenta.

Del instituto se lleva una experiencia «muy buena». Destaca que lo mejor de los últimos seis años han sido «los amigos y también los profesores». Aunque si la ponen en el brete de elegir, dice que no puede: «Me vienen muchos a la cabeza, tuve muy buenos profesores. No podría elegir a uno, siempre nos animan mucho porque nosotros tenemos momentos muy negativos».

Este verano espera que sea el mejor de su vida. Ahora quiere relajarse porque «fue un año de mucha tensión y quiero pasarlo bien para cargar las pilas y enfrentar la Universidad». En septiembre el ICADE le espera, incluso ya tiene plaza en un colegio mayor en la capital. Aunque sospecha que será muy diferente al instituto y que tendrá que trabajar mucho. De su futuro en los estudios superiores sólo espera que le vaya bien, «tengo ganas de llegar y saber qué se siente». Pero confiesa que esta vorágine le da un poco de miedo.

Estudiar algún curso en el extranjero encaja entre sus planes, y es que los idiomas son sus asignaturas preferidas. No quiere pensar en qué especializarse cuando pasen los cinco años de carrera, pese a que tiene muy claro que lo que tiene que hacer es «buscar la excelencia porque con la situación que tenemos ahora, cada vez la gente está más formada», opina. Si bien espera que «esto mejore».

Cue cree que no tiene nada de especial por sus impecables notas. Aunque su 10 redondo afirma lo contrario.