Oviedo, Á. F. / E. P.

Un caso de encefalopatía espongiforme bovina (EEB), enfermedad conocida popularmente como mal de las «vacas locas», fue detectado el pasado mes de agosto en una explotación de Cabrales, según información de la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria. En concreto, la fecha de confirmación del citado foco corresponde al día 29 de agosto, aunque no se ha podido confirmar si, como sucede habitualmente desde que se reforzó el control de los piensos, en el año 2000, el animal afectado nació antes de intensificar el seguimiento. El caso se convierte el número setenta en Asturias desde que se detectó por primera vez el mal en la región.

El último caso que trascendió en Asturias fue confirmado el pasado 4 de mayo en Navia. Se trataba de una vaca frisona nacida en 1999 de una explotación ubicada a pocos kilómetros de la capital naviega. La enfermedad se detectó en uno de los análisis obligatorios tras la muerte del animal, el pasado 25 de abril. El resultado positivo del análisis se confirmó nueve días después, tras ser analizado por Proygrasa, aunque los restos del animal permanecían aislados ante la posibilidad de que portasen la enfermedad. Inmediatamente se destruyó el canal.

La EBB fue diagnosticada por primera vez en el Reino Unido en los años ochenta. Es una afección degenerativa del sistema nervioso central de los bovinos, incurable, que se caracteriza por la aparición de síntomas nerviosos en los animales adultos, que progresivamente concluye con la muerte del animal.

Después de la confirmación del primer caso de encefalopatía espongiforme bovina en España, se instauró un sistema de control reforzado sobre los piensos destinados a alimentación animal. Por eso, los pocos casos que se siguen detectando en España suelen corresponder a animales nacidos antes de la puesta en marcha de este programa.

Para garantizar que la carne de animales infectados no llegue a la cadena alimentaria, en España se mantiene un estrecho protocolo de control, que prevé la toma de muestras de animales destinados a consumo que tengan más de 48 meses de edad.

Las vacas adquieren la enfermedad al consumir piensos elaborados con grasas animales procedentes de otros bóvidos con encefalopatías. El causante es una proteína animal, denominada prión, que muta, degenera y produce graves alteraciones neurológicas en los animales. El prión sólo se desarrolla a partir de los veinte meses de edad de la vaca. Una variante de la enfermedad se transmite al hombre mediante el consumo de carne y se manifiesta con síntomas de depresión, fallos de coordinación en el sistema motor, pérdida de visión, memoria y peso, que más adelante derivan en el fallecimiento de la persona enferma.