Por alusiones. El ex diputado regional del PSOE Francisco González pidió ayer la palabra para reprochar "el doble rasero" de Izquierda Unida con su portavoz en la Junta, Ángel González, al que la coalición respalda ante la apertura de juicio oral acordada por el juez, cuando hace siete meses fueron de los primeros en exigir la dimisión del parlamentario socialista, tras confirmarse su imputación por un caso en su etapa de alcalde de Cudillero. Izquierda Unida dio un paso más en el "cierre de filas" y defensa de su "número dos". "No puedo pedir que dimita a un inocente", sostuvo el senador Jesús Iglesias.

La sala civil y penal del Tribunal Superior de Justicia de Asturias acordó el pasado martes abrir juicio oral al diputado autonómico Ángel González por una prevaricación administrativa. La fiscalía lo acusa de haber adjudicado, cuando era viceconsejero de Bienestar Social, un contrato a la empresa New Construction para la compra de monolitos conmemorativos de fosas comunes de la Guerra Civil, en contra del criterio de la jefa de servicio de asuntos generales, en 2010. Esa decisión, según el auto de la sala civil y penal, "concluyó con un fraccionamiento ilegal de contrato, que únicamente se produjo por la decisión arbitraria de un político". La coalición, tras conocer y valorar la apertura de juicio oral, evitó adoptar medidas con Ángel González, porque "no es un caso de corrupción", y mostraron su confianza en que la vista oral demuestre que la actuación de su dirigente "fue regular y ajustada a la ley".

El ex alcalde de Cudillero rompió ayer el silencio por el que habían optado las fuerzas políticas de la región el pasado martes, tras conocerse que Ángel González tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados. "Aquí el único que dimitió por coherencia fui yo, lo de IU raya la sinvergonzonería y es de caraduras", acusó Francisco González, quien también será juzgado por la acusación de exacciones ilegales, supuestamente cometido cuando estaba al frente del Ayuntamiento pixueto.

Francisco González considera que tiene "la autoridad moral" de su dimisión para pedir cuentas a la coalición de izquierdas. "Yo dimití, y también estoy convencido de que soy inocente, pero he sufrido la agresividad más insultante y brutal de los otros cuatro grupos de la Cámara", lamentó el ex diputado, que formalizó su dimisión cuando también la sala de lo civil y penal del Tribunal Superior de Justicia decidió llevarlo a juicio. "Mi partido y yo, por coherencia, adoptamos una decisión, en aplicación de un código ético que yo creo generalizable. El PSOE es el único partido que tiene una conducta sensata. Mi dimisión fue una salida política y ejemplarizante, porque inocente yo también lo soy", manifestó Francisco González en alusión a los argumentos esgrimidos desde ayer por IU.

El senador Jesús Iglesias, ex coordinador general de la coalición en Asturias y compañero de Ángel González en el Consejo Político, se sumó ayer a su defensa: "Sé que Ángel González es inocente, y no puedo pedirle que dimita a inocente", alegó el que fuera anterior portavoz de la coalición en el Parlamento autonómico.

Iglesias sostuvo que el procedimiento judicial en el que está inmerso su compañero de partido nunca debería haber llegado al ámbito penal. "No estamos ante un caso de corrupción al uso, porque lo que está en discusión es la calificación de un contrato: si es un contrato de obra o un contrato de suministro. Reconozco que es algo incomprensible para la sociedad, porque para mí, que tengo formación jurídica, resulta igualmente incomprensible". El senador añadió que la propia posición de la fiscalía revela que no hay corrupción, porque "no pide ninguna fianza civil ni ninguna responsabilidad civil, ya que no hubo ni perjuicio para la Administración ni beneficio para la empresa, ni mucho menos para Ángel González". Según la opinión de Iglesias, "con la que está cayendo en este país, con las situaciones que estamos viviendo de financiación irregular de un partido y los fenómenos de corrupción que mueven millones de euros, no es entendible que este caso dé lugar a una responsabilidad penal". El senador aseguró a este periódico que el asunto de Ángel González "no se parece en absoluto a la "operación Marea" o al caso de Cudillero".

Las explicaciones de la coalición no convencieron, ni de lejos, a Francisco González, quien tras dimitir de su puesto de diputado en la Junta General del Principado sigue al frente de la agrupación socialista de Cudillero: "La postura de IU me parece de un bochorno social y político indescriptible". El ex parlamentario se mostró especialmente crítico con el actual coordinador general de IU en Asturias, Manuel Orviz, quien meses atrás exigió a la Federación Socialista Asturiana la adopción de medidas contra la ex consejera Ana Rosa Migoya y contra él mismo, por sus respectivas imputaciones. "Orviz, el pontífice e intérprete de la moral pública, ha mantenido una actitud farisea e inmoral al denunciar la paja en el ojo ajeno y ahora no ver el "umeiro" en el suyo propio". El ex alcalde pixueto quiso recordar que el asunto que por el que irá a juicio también es de naturaleza administrativa. "En mi caso ni siquiera fui advertido por informe de interventor o funcionario alguno. De hecho, la pena que me pide la acusación no es la inhabilitación para ejercer cargo público, sino la suspensión en el puesto de alcalde, no en el de diputado", concluyó Francisco González.