El Plan de FP Dual se puso en marcha en 2014 con la participación de 15 empresas en las que se integraron 49 jóvenes de entre 16 y 25 años, que firmaron un contrato de trabajo con la compañía en la que se desarrollaría su formación y cobraría por la labor realizada. De aquellos aprendices, quedan 31 (el 63%) distribuidos en mantenimiento electromecánico, mecanizado, soldadura y calderería, e instalaciones eléctricas y automáticas.

Fuentes de Femetal indicaron que la experiencia ha sido positiva, teniendo en cuenta que se trata de jóvenes que ni estudian ni trabajan y se trata, por ello, de un perfil difícil a la hora de introducirlos en la disciplina que impone entrar en el mundo laboral.

El sistema consiste en formar con tres días de trabajo en la empresa y dos días en el aula. El 70% de los empresarios considera que es un buen modelo, y que es imprescindible que la formación se prolongue por lo menos dos o tres años. También consideran que el certificado de profesionalidad al finalizar cada curso es suficiente titulación.

Tras un primer año de experiencia piloto, los empresarios del metal coincidieron en que la conexión entre el centro de trabajo y el formativo es escasa y que los formadores desconocen la actividad que se realiza en las distintas empresas. También ven positivo ser ellos los que realicen la selección.