Renfe dispondrá de trenes con tecnología de ancho variable que permiten cubrir el trazado entre Asturias y Madrid a 350 kilómetros por hora en el tramo que va desde León a Chamartín, donde los Alvia no superan ahora los 250 kilómetros a la hora. La entrada en servicio de esos convoyes en la ruta con la capital supondría una reducción de unos 30 minutos en los actuales tiempos de viaje, sin necesidad de que se inaugure la variante de Pajares ni de cambiar las vías. Y es que tanto Talgo como CAF, los dos fabricantes que se disputarán finalmente el "megacontrato" de Renfe para la adquisición de treinta nuevos convoyes por un importe global de 2.640 millones de euros, se han presentado al concurso con modelos de AVE "puros" que disponen de ancho variable para ir indistintamente por los trayectos de ancho ibérico y por los específicos de Alta Velocidad. Como el Alvia, pero mucho más rápido.

La mesa de contratación de Renfe abrió ayer en un acto público las ofertas presentadas al concurso. La de Talgo obtuvo la mayor puntuación técnica, que supone 35 puntos sobre 100, y la de CAF se impuso en la valoración económica, en la que se adjudican los 65 puntos restantes. Sin embargo, pese a que estos resultados inclinan la balanza en favor de la vasca CAF, todo hace indicar que el ganador será Talgo, que ya se ha declarado "virtual vencedor", a la vista de las serias dudas sobre el coste por plaza extremadamente bajo planteado por su competidor. En todo caso, la decisión final se tomará mañana, con el objetivo de formalizar el encargo de los trenes este año.

El tren presentado por Talgo al concurso de Renfe es el último modelo del constructor español, que ha invertido 50 millones de euros y ocho años de trabajos en su desarrollo. En las pruebas ha alcanzado velocidades máximas sostenidas de 363 kilómetros por hora en rodadura de ancho fijo y de 350 a la hora en la de ancho variable, que es la que se necesita para circular entre Asturias y Madrid. El bajo centro de gravedad del convoy le hace especialmente apto para trazados tan sinuosos como el del actual puerto de Pajares. Además de por las innovaciones tecnológicas y por la gran velocidad que puede alcanzar, el "Avril" destaca también por su gran capacidad, ya que ofrece más de 400 plazas en una sola altura.

La línea ferroviaria entre Gijón y Madrid es de ancho ibérico (Renfe) hasta León y de Alta Velocidad desde la capital de la provincia vecina hasta la estación madrileña de Chamartín. El "Avril" circularía en ancho ibérico en el primer tramo, a una velocidad similar a la del Alvia, debido a las complicaciones orográficas de un tendido que incluye el paso de Pajares. A partir de León, y hasta Madrid, el convoy ya estaría capacitado para ir a 350 kilómetros por hora, lo que supondría una reducción de una media hora en los tiempos de viaje de los Alvia. Quedarían en tres horas y media para los servicios que no tienen más paradas intermedias que Valladolid, sin necesidad de que abra la Variante. Cuando se inaugure el túnel el trayecto podrá recortarse en otros 50 o 60 minutos, con lo que el viaje a Madrid en el "Avril" bajaría a poco más de dos horas y media.

El modelo de CAF ofrecería los mismos beneficios que el "Avril" en tiempos de viaje, ya que también incorpora el ancho de rodadura desplazable. Ha sido bautizado como "Oaris", tiene capacidad para 500 pasajeros y su composición para España sería de ocho coches.

El contrato de Renfe incluye el mantenimiento de los nuevos trenes durante treinta años, con posibilidad de prórroga de una década. Está previsto que la entrega del encargo se produzca en dos fases. La primera contará con quince convoyes y se hará efectiva en cuanto finalice la fabricación de los convoyes. El resto se suministrará por lotes.